Doña Letizia pasó ayer un mal trago en el Liceu de Barcelona cuando un montón de gente se puso a abuchearla (cuando seguramente ella estaba esperando aplausos). La primera reacción es esta cara de poker:
Pero Doña Letizia es lista como ella sola, sabe que el futuro de la Monarquía recae sobre su estilizada clavícula… Y nadie como ella para salir airosa de una situación embarazosa. Aquí una recreación por pasos
No dirás que la tía no tiene estómago. ¡Aguanta carros y carretas!
Los principes son recibidos con abucheos y aplausos en el Liceo de Barcelona