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Televisión

La primera aparición de La Veneno en TV en 1994

La Veneno en 1994

El Archivo de RTVE ha encontrado lo que parecen ser las primeras imágenes de La Veneno posando delante de una cámara, allá por 1994. El clip se emitirá en su versión extendida en el próximo episodio de ‘Viaje al Centro de la Tele’.

En el extracto se puede ver a Cristina pidiendo protección para que el Chupa Chups no pique en un puesto ambulante de la Comunidad de Madrid de por aquel entonces.

En el vídeo lleva una variación de uno de sus modelitos clásicos, el que llevaba en la foto que apareció en ‘DEC’ donde dijo su mítica frase:

«Mira ahí, con los pechitos de hormonas, tres meses. ¡Mira qué cuerpo y mira qué cara! Ahí era Jo-se-li-to.»

Por lo que vemos, La Veneno le sacó buen partido a los metros de tela de charol rojo que compró porque de ahí salieron varios estilismos. En el del vídeo con la delantera al aire, en el de las fotos, tapada. Qué versátil era.

El vídeo también muestra uno de sus mayores orgullos, su ‘pelito corto’, del que estaba muy orgullosa. Y sus labios «Sin operar», como ella siempre recordaba a los espectadores. Lo que no llevaba eran sus icónicos pendientes de oro.

Por cierto, que hoy por primera vez hemos leído la Wiki de La Veneno y qué raro suena su historia con un lenguaje tan serio. Atención:

Hija de José María Ortiz López (Cherín, 1930- Adra, 2020) y María Jesús Rodríguez Rivera (Adra, 18 de enero de 1932), nació en 1964 en el seno de una familia humilde de seis hermanos (María José, Rafael, María Trinidad, José Antonio, Francisco y María Belén)4​ en el pueblo de Adra (provincia de Almería).

Desde muy pequeño, Joselito (como le llamaba todo el mundo) se dio cuenta de que era diferente a los demás chicos y una vez en la adolescencia descubrió que era transgénero. Tal y como ella relató, sufrió agresiones y malos tratos por parte de familiares y vecinos del pueblo, que se repitieron durante varios años porque repudiaban su identidad de género.

Desde temprana edad, Cristina mostró dotes en la moda, diseñando ella misma toda su ropa (tanto antes de su transición como todos y cada uno de los vestidos que mostraría años más tarde en televisión). Revolucionó Adra al dedicarse a organizar pequeños pases de modelo que ganaron cierta popularidad en el pueblo.

También trabajó como peluquera en Adra, mientras compaginaba sus estudios de peluquería en una academia.

Cristina siempre destacó por su gran atractivo físico, y antes de su transición fue galardonada con el título Míster Andalucía en 1989 cuando tenía 26 años.

Cristina estuvo envuelta en una estafa a la compañía de seguros del piso donde vivía tras ser denunciada por su entonces novio Andrea Petruzzelli. Fue acusada de prender fuego a la vivienda de manera voluntaria con intención de cobrar el seguro, por lo que fue juzgada y condenada a tres años de cárcel. Ingresó en un módulo masculino del Centro Penitenciario Madrid VI – Aranjuez en abril de 2003 a los 39 años, donde permaneció hasta 2006.

Según confesaría más tarde, su tiempo en prisión fue uno de los capítulos más duros de su vida que le dejaría secuelas tanto físicas como psicológicas. Ganó bastante peso y tras finalizar su sentencia ya no era ni la sombra de aquella mujer llamativa y despampanante que había embrujado con su belleza, naturalidad y desparpajo a miles de españoles.

«¡Todo Cartier!»

El 9 de noviembre de 2016, aproximadamente un mes después de publicar su biografía, a las nueve de la mañana se comunicó en prensa su repentino fallecimiento. El 5 de noviembre, Cristina fue encontrada por su novio tumbada en el sofá de su casa, el número 12 de la calle Tablada en el distrito madrileño de Tetuán, en muy mal estado, semi-inconsciente y con el cuerpo lleno de moratones y una gran brecha en la cabeza que le produjo un traumatismo craneoencefálico que requirió intervención quirúrgica, y que además había dejado manchas de sangre en el baño.​

Tras pedir su novio ayuda, una vecina llamó a una ambulancia, que la trasladó al Hospital Universitario La Paz. Allí fue operada de urgencia debido a un edema cerebral e inducida al estado de coma para evitar daños mayores. Posteriormente permaneció ingresada en la UCI.

Al mismo tiempo que su estado empeoraba, fuentes de su entorno especularon que la causa del supuesto accidente podría deberse a un ajuste de cuentas,​ debido a la información reflejada en su biografía publicada escasas semanas atrás, en la que se revelaban las iniciales J.B y M.M referidas a importantes personalidades de España, con las que afirmaba haber mantenido relaciones sexuales durante la etapa en la que ejercía la prostitución.

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