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Puro lujo: Así era la casa de Rocío Jurado por dentro

Montealto, la casa que fue el hogar de Rocío Jurado en La Moraleja, Madrid, dejó de ser propiedad de los herederos de la cantante en febrero de 2008, cumpliendo así con la última voluntad de la artista. 

En su testamento, la chipionera dispuso que el chalé no pasara a ningún familiar sino que se vendiera y se repartiera el dinero de esa venta en cuatro partes, dos para su hija Rocío Carrasco y dos para sus hijos José Fernando y Gloria Camila. 

En las primeras imágenes aparece Carrasco abriendo varios contenedores una vez más, viendo algunos trajes míticos de Rocío Jurado, como una bata que llevó en el programa Cantares. “Esta se viene conmigo”, dice Carrasco.

En otro momento se reencuentra con objetos como el ángel que decoraba su cabecero de la cama, o un retrato de Rocío Jurado obra del pintor Antonio Montiel. También aparecen cajas con pertenencias de Ortega Cano o de sus hermanos José Fernando o Gloria Camila, las cuales les devolverá a sus propietarios. “Se lo doy a ellos que es de su infancia y de sus padres”, se le escucha decir.

En aquel momento, José Fernando y Gloria Camila eran menores de edad y la cantidad recibida fue a parar a una cuenta bancaria. «Hasta que no sean mayores de edad no podrán disponer de ese dinero, que irá generando intereses a medida que pase el tiempo», explicó José Ortega Cano.

El torero, que vivía allí, tuvo que abandonar la casa y emprender una nueva etapa con sus dos hijos, confesando que sentía «mucha pena» por despedirse del que había sido su hogar durante tantos años

Una vez formalizada la venta, los camiones de mudanza empezaron a retirar las pertenencias de la cantante que han permanecido almacenadas en unas instalaciones a las afueras de Madrid durante 13 años. Ahora, esos enseres, guardados en 18 contenedores, verán la luz en El último viaje de Rocío, un programa especial que se emite esta tarde en Telecinco.

Según ha contado Rocío Carrasco, la mudanza de Montealto fue muy dura para ella. «Hice esa mudanza en unas circunstancias emocionales bastante complicadas, muy duras«, declaró en El programa de Ana Rosa. Unas palabras que corroboró su amiga Carmen Borrego.

«En ese momento, Rocío está muy tocada”, dijo, recordando el estado anímico en el que tuvo que empaquetar los enseres de su madre. “Sé que ella desmontó personalmente la habitación de su madre y el resto lo dejó en manos de una empresa de mudanzas que sabía que lo harían con todo el respeto y cuidado. Rocío recoge lo que ella quiere de su madre y lo tiene en su casa«, añadió la colaboradora. 

El traslado de los 18 contenedores convenientemente numerados se llevará a cabo esta tarde entre San Agustín de Guadalix, localidad en la que se encuentran actualmente, y Boadilla del Monte, donde quedarán almacenados a la espera de ser abiertos.

En Montealto, conocida popularmente como Villa Jurado, la cantante vivió sus días más felices y fue donde se despidió de su familia antes de irse el 1 de junio de 2006. Según publica La Razónla casa de la artista se vendió a un inversor que quería reformarla para alquilarla, sin embargo, la crisis inmobiliaria de 2008 truncó sus planes y el hogar de la Jurado acabó saliendo a subasta pública a principios de 2017 tras los impagos de su propietario. La puja quedó desierta y un año después el chalé pasó a ser propiedad de una entidad bancaria.

Rosa Benito, ex mujer de Amador Mohedano, no conocía el triste final de Villa Jurado. «Yo esto no lo sabía. Sabía que el nuevo propietario había tenido problemas con esto de la crisis, no podía hacer frente a los pagos, pero no sabía que se la habían quitado. Yo creía que había salido para adelante y que seguía manteniendo la casa. De hecho, mi hijo Fernando muchas veces pasa por ahí, porque adoraba a su tía, y se queda mirando y piensa en llamar a la puerta y pedir que le dejen entrar para ver la casa de su tía», declaró en Ya es mediodía

A su viudo, José Ortega Cano, le dejó ‘Yerbabuena’, propiedad que el torero acabaría vendiendo en 2013. A su hermana Gloria le dejó la casa de Chipiona. La finca ‘Los Naranjos’ se destinó a los dos hermanos de Rocío Jurado, Gloria y Amador Mohedano. A este último, además, le dejó una nave industrial. 

A su ahijado Fernando, hijo de Amador, le legó otra nave industrial mientras que para Juan de la Rosa, su leal amigo y secretario, un chalé adosado en Chipiona. Rocío Carrasco, como heredera universal, recibió los derechos de todas las canciones de la artista, un apartamento en Miami, la mitad de otro apartamento en la misma ciudad que compró con José Ortega Cano, una finca entre Chipiona y Rota, y las joyas de su madre.

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