-¿Cómo llegas a convertirte en El Pasillero?
Una de las responsables de telecinco.es me conocía porque había estado a sus órdenes en una revista y me llamó para hacer un blog que se llamaba el Pasillero. Se había acordado de mí porque «me gustaba la tele», lo cual en aquella revista en la que estaba supongo que se trataba de algo enormemente raro y postmoderno. Tras durísimos segundos de incertidumbre y falta de sueño le dije que sí. Cuando se lo conté a mi madre no entendió muy bien el nombre y me dijo «¿pero por qué te llaman el pajillero?». Por lo tanto ese chiste pertenece oficialmente a ella, así que ahora todos los que en los comentarios me llaman pajillero me aburren muchísimo y cometen un acto tremendamente previsible.
-¿Cómo desarrollaste la línea editorial? ¿Quién te dijo qué podías contar y qué no?
No sé cuál es exactamente la línea editorial, probablemente dedicar una línea a contar lo que ocurre en el pasillo y las veinte siguientes lo que opino yo al respecto, así que debe de ser lo más parecido a una columna de opinión que hay en la web. Aunque no olvidemos que Indhira también tiene un blog en el que opina sobre vestidos, marroquinería y gomas del pelo y desde luego es muchísimo más leído que el mío.
De todos modos debo de ser muy chaquetero porque la forma de escribir era completamente diferente en las entradas de hace un año respecto a las de ahora, aunque imagino que eso se debe a que con el tiempo me vuelvo muchísimo más listo y analítico. Lo que puedo contar y lo que no me lo dicen mis jefas cada día ejerciendo el vil y terrorista acto de la censura, sobre todo cuando digo algo que puede saber mal a los de la sección sindical de Telecinco, que se cabrean mucho. No tienen ningún sentido del humor, y eso que yo me considero la persona responsable de que haya mejorado sensiblemente la calidad de las patatas fritas en el comedor, así que los del sindicato deberían ponerme una estatua.
-Hablando de los vestidos de Indhira, ¿qué te parecen?
Pues no sé mucho sobre vestidos, pero supongo que a Indhira le quedan bien porque tienen mucha pedrería y brilli-brilli y ella tiene ascendencia india. Lo que sí me pregunto es qué imagen de marca quiere vender esa empresa textil que contrata como modelo a una ex concursante de Gran Hermano famosa por tirar un vaso de agua a una poligonera que osó mirar al chico al que se había tirado. Pero bueno, María Patiño anuncia aparatos para hacer verduras a la plancha, así que no debería extrañarnos nada.
-Además de los sindicalistas, en los comentarios, tienes un montón de ratitas internautas que te odian. ¿Qué opinas de la gente que opina y ya de paso qué opinas de gente como la que compone foros del estilo vertelevisivos?
No creo que me odien, solamente ponen unos cuantos insultos en los comentarios cuando hablo mal de líderes espirituales de los españoles, como Chiqui, por ejemplo, y luego se vuelven a su Tuenti o a su MSN Space. Lo que me hace gracia es que digan cosas como «no sirves para nada, así has acabado, de Pasillero, eres un paria jajaja». Eso lo dicen mucho. Y creo que eso habría que decírselo a los teleoperadores o a las cajeras de los Sprint en turno de noche, que sí tienen unos trabajos realmente desoladores (y no estoy burlándome de ellos, de hecho les envío mucho ánimo y amor). Pero el mío, que consiste básicamente en irme a la tele y pasear por allí mientras me como bocadillos gratis, es un trabajo estupendo. Me pregunto a qué se dedicarán los que me escriben esas cosas. A lo mejor son diplomáticos o licenciados en biomedicina y en ese caso tienen toda la razón, mi trabajo es una caca. El foro vertelevisivos lo veía mucho antes porque tenían un tema abierto sobre mí y de vez en cuando cotilleaba a ver qué les parecían las cositas que escribía. Pero un día me grabaron un vídeo para la web y en el foro empezaron a poner qué opinaban sobre cómo me movía y cómo hablaba, vamos, de lo más lógico por otro lado porque para eso estaba. Pero a mí me da tanto terror salir en pantalla y saber qué opina la gente al respecto, que me parapeté detrás del sofá y no volví a entrar nunca. Pero me gusta mucho ese foro. La gente que más sabe de televisión del mundo está ahí, no en aquel programa hediondo de Cuatro.
-Pues para ser tan tímido, hay una foto bien grande en la cabecera del blog. ¿Te han reconocido por la calle? ¿Tienes alguna anécdota relacionada con la foto? ¿Tienes los derechos de autor de la foto?
Pues esa foto me la hicieron el primer día que fui a la tele a hablar con la que es ahora mi jefa. Salimos un momento a una especie de patio (al que ahora ya no se puede salir porque comienza a sonar una alarma que nos deja a todos con severas secuelas auditivas) y me dijeron «mira para allá». Cuando volví, aún antes de confirmar que haría el blog, ya habían hecho la cabecera con esa foto y las rayitas saliéndome de la oreja. Y yo dije: «¿pero cómo es posible que yo sea una especie de espía en los platós y haya una foto de mi cara en el blog?» y me dijeron «PUES AHORA YA ESTÁ HECHO». La única otra anécdota de la foto es que la rebequita que llevo puesta, que era de El Ganso (antes de que hasta los gitanos que salen en Callejeros empezasen ropa de esa marca), salió un día de la lavadora cuatro veces más pequeña. Resulta que era de lana y la metí en un lavado de agua caliente. Un drama mayúsculo. Los derechos de la foto no son míos y mucho me temo que los de los textos tampoco deben de serlo, así que si un día publican un best seller recopilando los momentos más inspirados del Pasillero a lo mejor no veo ni un duro. Ah, y me reconocen muy poco por la calle y la mayoría de veces es alguien borracho en un bar y por la noche. Creo que los alcohólicos me quieren mucho.
-¿Eres de FórmulaTv o de Vertele.com?
Ni de una ni de otra, soy de telemania.es, que saca piezas muchísimo más interesantes: las de cuánto ha crecido una cadena, cuántos millones ha perdido la otra y además nos informa de cosas fascinantes que ocurren en la BBC, la NBC, la CBS y todas esas cadenas cuyas nombre son siglas de palabras en inglés. que son las que realmente importan. Cosas como «el primer trasplante de cerebro a un arce televisado en directo por la televisión alemana arrasa en audiencia» y cosas así. Además tiene una cosa muy buena que es que en las noticias no se puede opinar, de modo que no se convierten en un foro de opinión para aprendices en la materia que suelen reducir todo el espectro televisivo a «Telecinco es telebasura, viva La Sexta», que es una actitud que hace que todos queramos vomitar. Yo estoy mucho más a favor de la dictadura y de que no opine nadie. Si por mi fuera, en el blog del Pasillero no iba a poder dejar un comentario ni Rita.
-Déjate de corporativismos, ¿Vertele o FórmulaTv?
Vertele, pero podían cambiarle el diseño un poquito.
-¿Qué relación tienes con Paolo Vasile?
Pues yo ninguna, la verdad. Mis jefas dicen que lee el blog y le gusta pero para mí que lo hacen para tirarse el rollo y motivarme, aunque si quieren motivarme ya podían mandarme un fin de semana a una casa rural o darme pagas extraordinarias. Una vez me reuní con él, pero dados los resultados podía habérmelo ahorrado.
-¿Cómo fue esa reunión, te recibió en su despacho?
Fue una reunión de determinada gente de la web. Fue la gente importante, como mis jefas, las coordinadoras y las diseñadoras y tal y cual. Casi todo mujeres, lo cual demuestra que la misma cadena que emite Mujeres y hombres y viceversa y I love Escassi también hace lo suyo por la igualdad laboral. Y allí por el medio yo, sin entender muy bien qué hacía allí. No estuvimos en su despacho sino en una sala de reuniones que hay al lado muy cuquita, con una gran mesa de madera de nogal, de secuoia o de algo así bien caro, imagino que comprada con los enormes beneficios de Médico de familia. Vasile dijo de repente algo así como «ahora todos me vais a decir uno por uno qué opináis de la web, cómo os encontráis allí y en qué puede mejorar». Y todas las presentes se pusieron muy nerviosas, como susurrando «ay, pero qué digo, pero qué digo». Sin embargo las muy traidoras empezaron a soltar unos discursos brillantes. Sospeché que todos sabían que iba a haber un examen menos yo. Cuando llegó mi turno le dije «yo, si no le importa, todo esto prefiero decírselo por e-mail». Y todos se rieron, pero no sé si conmigo o de mí.
-¿Te contestó a ese e-mail?
Al final ni siquiera se lo envié. Y eso que pretendía convencerle para que volviese «De domingo a domingo» y los sketches de Pepa y Avelino en «Escenas de Matrimonio» (los protagonizados por los demás se pueden quedar en la alcantarilla de la que nunca debieron salir).
-Ya que dejas entrever tus gustos, hablemos un poquito de ti. ¿Cuál es tu programa favorito de Telecinco?
Me encantaba «Las noches y tal y tal», que duró muy poco pero fue demasiado. Jesús Gil desnudo en un jacuzzi rodeado de azafatas de las que luego aparecen en los anuncios por palabras con la consigna «demostrable TV», Jeanette Rodríguez sin saber qué hacer por allí y Benny Hill de invitado haciendo el idiota. Todo sin pies ni cabeza. Y eso que yo era pequeño y puede que no entendiese nada, o a lo mejor no había nada que entender, pero creo que nunca ha vuelto a haber un programa tan chiflante: un alcalde, una estrella del culebrón venezolano y Benny Hill. Sólo faltaba Chiquito.
Y Gran Hermano, claro, que es muy típico, pero justo cuando hay una edición completamente coñazo que te hace perder la fe en el formato (como la 10, que fue lo peor de lo peor y nos dejó a seres tan insoportables como Iván o Chiqui) van y hacen el más difícil todavía con una tan brillante como la 11. Tal y como funcionan las cosas, ahora toca que la 12 sea un aburrimiento, así que habrá que estar atentos a la 13, que además es un número muy bonito.
-Y el presentador (ora) que más te gusta y el que menos…
Yo no sé nada de esto, y de hecho admiro a la gente que hace castings y ve algo en ciertas personas que durante años son auténticos zotes y de repente explotan y se hacen talentosos de repente. A lo mejor ven algo ahí que los demás no vemos, como los perros, que perciben cosas misteriosas y mágicas que nosotros no captamos. De hecho una vez estudié algo parecido a cine y mi profesora de interpretación era una auténtica perra, pero eso no viene a cuento aquí. Lo que venía diciendo era que en Telecinco hay algunos que otros presentadores que parecen simples bustos parlantes que ni sienten ni padecen y que estoy seguro de que tienen una cremallera y un compartimento para la pila en la espalda.Y por algún extraño motivo los ponen a presentar todo. Esos no me gustan nada. Y también hay otros que están siempre de buen rollo y defienden todas las causas perdidas del mundo y no cabe en ellos ápice de maldad. Esos tampoco me gustan. Me gustan los que se desquician en directo, se vuelven locos, blasfeman y mandan a tomar por el culo a quién haga falta. Yo creo que están muy claros los ejemplos de todos esos perfiles. No puedo decirlos porque si lo hago seguramente enviarán a alguien a mi casa a golpearme con una porra o, mucho peor, me mirarán fatal por los pasillos y me harán llorar.
Lo que sí quiero decir es que me alegró mucho que Antena 3 se haya llevado a Efrén Reyero, aquel sex symbol de Mujeres y hombres y viceversa que no sabía hacer la O con un canuto. Durante un tiempo temí que lo dado su éxito en el programa lo pusiesen a presentar todo, pero gracias a Dios se lo llevó la competencia y bien que han invertido la pasta del contrato, porque el chico ha arrasado en la cadena.
-Y ¿qué música le gusta al Pasillero? Tienes pinta de moderno.
Qué va, yo no me compro la Rock de Luxe ni nada de eso y cuando voy a sitios indies de Malasaña y todo el mundo vibra porque ponen Animal Collective o Sonic Youth yo protesto y deseo para que pongan a Bananarama o a las Go go’s. Ahora sólo me gusta escuchar a cantantes bien vestidas de los sesenta y setenta tipo Lesley Gore o Sandie Shaw, que cantan canciones desgarradoras sobre tipos que las utilizan y las abandonan con una producción alegre y pegadiza y unas melodías cantarinas. De esas que aunque no te sepas la letra enteras puedes seguir así: «nanananai». Y quedas super bien.
-Unos gustos muy masculinos…
Pero si todas esas canciones están compuestas por Burt Bacharach, que era un señor muy hombre y se tiraba a las actrices más guapas. Son canciones muy masculinas, de tomar viendo el partido y escupiendo cerveza y pipas.
-Para terminar, cuéntanos algo que no te hayan dejado contar…
Pues creo que fue el al segundo o tercer día de estar yo de Pasillero en Telecinco que estuve una tarde en el plató de Está Pasando. Tengo un terrible recuerdo de ese programa porque no había público, hacía frío en el plató y lo más emocionante que pasaba en publicidad para que yo pudiese contar era que María Eugenia Yagüe iba a hacer pis, luego iba Pepa Jiménez y luego volvían a sentarse. Un día apareció una pieza muy bonita y pelotillera sobre Mónica Naranjo, que sacaba disco, y justo tras dar paso al vídeo con una gran sonrisa, dijo Lucía Riaño ya off the air: «mira que está como una cabra esta mujer». Al volver dijo «¡fantástica Mónica! ¡la amamos!». No tiene nada de divertido ni de particular, pero teniendo en cuenta las emocionantes cosas que ocurrían a mi alrededor publiqué eso. Y a la mañana siguiente la productora ya había llamado a la web y ya habían quitado ese trocito. Dijeron, con razón, que algún día podrían querer invitar a Mónica al programa y eso no estaba bien que saliese. Y hasta pedí perdón a Lucía Riaño en el comedor por cometer ese desliz. A eso me refería con lo de los presentadores que decía antes. Para una vez que en ese programa sueltan algo parecido a una opinión personal con algo de enjundia, resulta que no estaban en el aire.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.