Aitor Trigos ha acudido al plató de ‘Sálvame’ para contar una desconocida parte de su historia. Con un filtro marcado por el horario de protección infantil en el que se emite el espacio, el presentador ha narrado a Paz Padilla cómo se vio forzado a trabajar «en una casa muy poco recomendable» después de que el banco le embargara su vivienda.
«Yo terminé trabajando con Ivonne Reyes en ‘Verano de campeones’ el mismo verano que me quitaron la casa y yo pensaba que me volverían a llamar. Como mi vida personal y profesional estaban tan mezcladas, hubo una ruptura y aunque intenté por muchos medios volver a la televisión no pasó así. Finalmente me acabó ayudando una persona del mundo de la noche, donde acabé trabajando en una casa no muy recomendable», ha confesado el también actor.
«Lo pasé mal porque vivir en una casa de ese tipo es duro. La primera vez es muy dura. Decidí vender hasta esta intimidad porque ya nadie me ofrece trabajo. Llegué a ir a tiendas de ropa de marcas muy conocidas y me dijeron que no me contrataban porque acababa de salir en la tele», ha narrado Trigos, que ha admitido a los colaboradores del programa de Telecinco, haber dilapidado una fortuna de más de dos millones de euros invirtiendo en negocios promovidos por su expareja.
«Hacía pasar un buen rato a señores»
«En un primer momento me marcho de esa casa y vuelvo a Panamá, también a trabajar como booking, pero lo consideraba como una huida. Tenía muchas deudas en España, pero esconderme no me servía de nada. Regresé a esa misma casa en Madrid, donde hacía cosas para adultos y viví ahí. Hacía pasar un buen rato a señores», ha afirmado.
Con los clientes no he tenido mala suerte, han sido buenas personas
«Yo intentaba disimularlo por todos los medios. Para ello, la mayor parte del tiempo lo he hecho fuera de España. De dos años, año y medio he ejercido fuera de España. La casa donde yo vivía estaba en Príncipe de Vergara y yo veía a María Patiño con Aurelio Manzano muchas veces tomando café en una terraza. Yo me avergonzaba y me escondía», ha relatado en pleno directo.
«Con los clientes no he tenido mala suerte y, por lo general, han sido buenas personas. Buscan esa vía porque quizá es lo más fácil. Yo no cuestiono a nadie. Cuando les contaba que había elegido esa vida porque no tenía dinero ni para comer, que comía un bocadillo al día, alguno me llegó a ayudar. Tenía miedo de que me pillaran», ha concluido.
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Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.