Los tíos de Nadia, que ahora tienen su custodia, han hablado con El Español: «Un día, un compañero de clase le dijo a Nadia en el recreo: -Tu padre está en la cárcel. Hay gente muy mala. Te podría contar muchas otras cosas como esta”, han contado al periódico.
La niña aún se acuerda de los padres según sus tíos: «Mamá, mamá. ¿Dónde está mamá?», pregunta entre pesadillas. Su tío le cambia de tema y le dice: «Mamá no puede, reina, está teniendo un problemilla, todo va a salir bien.» Joan piensa que: “¿Para qué hacerle sufrir? ¿Qué quieres, que le dé un trauma para toda la vida? ¿Qué le dices, que su padre está donde está? No. No puedes. Eso lo dejamos a un psicólogo que pueda decírselo de otra manera. Pero nosotros no podemos. No queremos que tenga más cosas en la cabeza. Evidentemente, ella, que no sabe nada de lo que está pasando, desea ver a su padre y a su madre. Ha vivido con ellos toda la vida y que de repente se los quiten…»
Cuentan que la niña va ahora a muchos médicos, pero sin gastos millonarios como los que decía su padre que necesitaba. Todo en la Seguridad Social. La vida de los tíos de Nadia no ha sido fácil desde que estalló el escándalo. Cuentan que el tío sufrió una paliza: “Todo esto, al fin y al cabo, lo único para lo que ha servido es para que me dieran una paliza que salió en todos los periódicos”. Joan se refiere a lo que varios de sus familiares denunciaron el pasado mes de enero. Había testigos. Una mañana de finales de mes, entre las nueve y las doce del mediodía. En medio de la calle, cuatro jóvenes abordaron al tío de Nadia. Los cuatro eran del pueblo. “Sois la mafia, pederastas”.
Su madre, Marga, solo la puede ver los fines de semana por orden del juez.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.