Jorge Bustos la lió ayer bien liada tras publicar un mensaje en su perfil de Twitter haciendo un chiste sobre la polémica de los supuestos ‘bots’ del Gobierno que dan ‘likes’ a las publicaciones de los Ministerios.
Una polémica, por cierto, que suponemos que él sabe perfectamente que no tiene ningún sentido y que probablemente esos ‘bots’ están comprados precisamente por alguien que ha querido generar esa polémica prefabricada). Comprar ese tipo de ‘likes’ se puede hacer por poco más de 20 euros.
En cualquier caso, el Jefe de Opinión del diario El Mundo publicó esto:
¿Qué te parece? Nosotros no vamos a entrar a degüello contra Jorge Bustos pero sí que le vamos a explicar nuestro parecer. Él ahora pensará que todo el mundo le está atacando por su ideología política y que todos los que se ofendan por un chiste es porque tienen la piel demasiado fina. Lo que quizás debería ir aprendiendo Jorge (y también algunos de sus adversarios) es que la orientación sexual no tiene nada que ver con la ideología.
A nosotros el ‘tuit’ no nos parece homófobo como tal. Sinceramente no creemos que Jorge Bustos sea homófobo. Más bien clasista, si el ser homosexual se acepta como clase, que nosotros podemos pensar que sí. Es el típico chiste que tantas veces se habrá oído en el patio de un colegio para atacar al más débil en ese contexto, el típico chiste que siempre han usado los acomplejados para protegerse, o simplemente los ignorantes e incluso malvados.
Y sí, es un chiste, y nosotros precisamente somos de los que creemos que se puede hacer humor de todo, pero claro, que un tío de 30 y tantos años te haga un chiste más propio de un niño de 13, pues no podemos negar que sí que nos llama la atención. Porque ni siquiera es un chiste elaborado, es una asociación de lo más básica y pobre: nombres de chicas + maricón = imposible.
En su favor hay que decir que tras la llamada de atención de Lucía Méndez reculó y pidió disculpas. Nosotros no le hubiésemos pedido jamás que borrara un ‘tuit’ porque la libertad de expresión nos parece esencial, en cualquier caso nos reconfortó de alguna manera que se diera cuenta de que el chiste no tenía ninguna gracia y que le dejaba en muy mal lugar de cara al futuro para criticar a otros políticos ya que muchos a partir de ahora compararán sus argumentos futuros con esto.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.