«En primer lugar, quiero agradecer a los medios de comunicación el respeto y la delicadeza que han mostrado siempre con mi familia. Ante el reciente fallecimiento de mi madre, y, ahora, ante los terribles sucesos que se están viviendo en nuestra casa. Quiero pediros que entendáis el dolor que me produce vivir esta situación como hijo y como hermano de dos niños que no merecen nada de lo que están pasando.
Son muchas las cosas que han pasado en el último año y todas, terribles. Me daría una profunda vergüenza contarlas en público y desearía que jamás salieran a la luz. En este momento, toda mi energía está centrada en mantener a mi padre y a mis hermanos a salvo de una persona cuyo objetivo es la destrucción de nuestra familia.
Quiero aclarar que todo lo que se está viendo en las últimas horas son cosas que nosotros desconocíamos por completo. Ni mi padre ni ningún miembro de nuestra familia persona conocemos a todas las personas que están apareciendo en nuestra casa, ni tenemos constancia alguna de su relación con la esposa de Josep María hasta que empezó la investigación policial.
En nuestra familia estamos igual de consternados que vosotros ante las vergonzosas imágenes que se están viendo dentro de nuestra propiedad. Y quiero dejar claro que mi padre nunca ha participado en estas actividades. Tan solo ha pretendido ser, en estos años, un buen compañero y, sobre todo, un buen padre, como lo ha sido siempre conmigo.
También me gustaría decir que la justicia se ha encargado de demostrar, sin ningún género de duda, que las acusaciones de la esposa de mi padre contra él son absolutamente falsas. La Justicia debe seguir su curso y no sería conveniente ni beneficioso que desde la familia contáramos los detalles de esta triste historia. Es algo que debemos poner en manos de las autoridades para que puedan hacer su trabajo.
Y lo más importante, mis hermanos, por su presente y su futuro, creo que lo mejor es mantener la máxima discreción respecto a este asunto. Son niños pequeños que están viviendo una situación que ningún niño debería vivir. Todos aquellos que tengáis hijos y hermanos lo entenderéis, confío en vosotros.
Lo que está sucediendo pone en riesgo su crecimiento y por eso pido el máximo respeto para protegerlos. Estoy dispuesto a soportar en mis espaldas todo lo que venga con tal de mantener a mis hermanos al margen de esta historia.
Mi deseo es que la Justicia pueda actuar sin ninguna traba y que los responsables de esta situación paguen por lo que han hecho y están haciendo. Quiero decir públicamente que no tengo miedo y que llegaré hasta donde haga falta para verlos responder por sus actos».
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.