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Televisión

Un ex guionista de ‘MasterChef’ desvela lo que no se ve en pantalla

El Confidencial ha publicado un reportaje en el que cuenta con testimonios de personas que habrían trabajado en el programa ‘MasterChef’, en todas sus variaciones: ‘Celebrity’, ‘Junior’, ‘Abuelos’ y el general. Lo que ha revelado no ha sorprendido a nadie del mundo audiovisual pero sí que sorprenderá a muchos espectadores del programa de cocina. Sobre todo sobre la edición con famosos.

El reportaje cuenta que «el desarrollo del concurso no está guionizado, pero guionistas y productores cuentan con herramientas para conducir los acontecimientos por unos senderos que siempre favorezcan al espectáculo televisivo. El primer paso para contar una historia, y quizás el más importante en un formato ‘reality’, es el ‘casting’«

“La elección de los participantes es muy parecida a la que se haría en una serie de televisión. Necesitas un personaje bueno, uno malo, uno simpático, uno individualista, uno que físicamente impresione… Si coges las ediciones anteriores de ‘MasterChef Celebrity’ puedes identificar estos roles en todas ellas”, dice un exguionista»

En esta edición podríamos identificar fácilmente estos perfiles: la dualidad bueno/malo podemos encontrarla en Miki Nadal y Juanma Castaño, el físicamente impresionante sería Yotuel, el individualista sería Victoria Abril… El guionista prosigue:

“Después solo hay que aplicar las normas básicas que se utilizan en cualquier arco argumental: presentación-clímax-desenlace, las subtramas, el alivio cómico… y, por supuesto, el con flicto. No hay dra ma sin con flicto. Se sigue el esquema carácter-contracarácter al pie de la letra. Si se introduce un personaje muy expresivo, dado a llamar la atención o erigirse como el líder del grupo, al lado siempre le vamos a colocar a su némesis, a uno que le discuta el liderato y le confronte. Con eso está todo hecho, dos personajes concebidos para enfrentarse van a terminar por enfrentarse”

El reportaje también arroja luz sobre las condiciones de pasta que hay en el concurso: «Distintas fuentes que han trabajado en el programa señalan que hay diferencias a nivel de relato entre ‘MasterChef’ y la edición ‘Celebrity’. Los segundos cobran mucho más —cada uno negocia su contrato por separado— porque se les supone mayor capacidad en pantalla. La diferencia va entre los 1.000 euros mensuales de los concursantes anónimos hasta los 15.000 de media que reciben los famosos. Además, a los concursantes de la edición clásica se les mantiene tres meses recluidos en las instalaciones del programa, mientras que a los ‘celebrities’ solo se les cita un puñado de veces por semana»

“Con las ‘celebrities’ hay un pacto no escrito: ellos conocen el medio, saben que tienen que aportar al espectáculo y que la cocina es solo una parte del programa. Salvo algún caso concreto, su ambición no es ganar ni aprender a cocina, sino pasar el máximo tiempo posible en antena, porque eso les supone dinero y, sobre todo, exposición. ‘MasterChef’ les permite mostrarse no solo simpáticos y guapos, sino también habilidosos, empáticos y currantes, algo que no pueden conseguir en otro sitio”, explican. «Es un programa que relanza carreras como ningún otro»

«Es un programa que relanza carreras como ningún otro»

Los candidatos objetivo son dos: jóvenes que necesitan ampliar su presencia en pantalla para optar a trabajos o, sobre todo, celebridades veteranas que necesitan un último impulso en su carrera.

Esta es la clave: el ‘casting’ debe ser un ‘win-win’ entre programa y ‘celebrities’. En un sector tan precarizado en España como el del espectáculo, en el que miles de actores apenas pueden trabajar una o dos veces al año, “hay bofetadas” por entrar al ‘Celebrity’. Los candidatos objetivo son dos: jóvenes que necesitan ampliar su presencia en pantalla para optar a trabajos o, sobre todo, celebridades veteranas que necesitan un último impulso en su carrera. 

“Entre los agentes de actores hay un número que es el más buscado de España: el de Macarena Rey”, dice un agente de actores radicado en Madrid. Macarena Rey es el nombre que surge en todas las conversaciones. La CEO de Shine Iberia, de 51 años, es el epicentro del fenómeno ‘MasterChef’. “¿Que cómo te puedo definir a Maca?”, dice un extrabajador de ‘MasterChef’. “Es una señora guapísima y elegantísima que trabaja todas las horas del día. Curra con los productores, va a los rodajes y sus opiniones son definitivas en las reuniones de guion. En mi opinión, a veces acierta y otras no, pero siempre tiene clarísimo lo que quiere y dónde quiere llegar”.

Macarena: «Tiene un sentido del espectáculo tan desarrollado, tan voraz, que no deja que se caiga el ritmo un minuto», dicen fuentes del programa. «Y, por supuesto, es ella la que borra las líneas rojas, la que exige al equipo subir la presión sobre un concursante hasta romperlo emocionalmente. Por eso ‘MasterChef’ es el programa de la televisión española en la que más gente llora y acaba perdiendo los nervios y, si no sucede más, es porque el resto del equipo y, en especial, el jurado, están constantemente pidiendo que se baje un poco el pistón. Emocionalmente es agotador para todos».

Llegados al tema de Verónica Forqué, aunque los testimonios no han trabajado en esta edición, cuentan: «Verónica era muy excéntrica y eso significa audiencia. Se la puso de capitana de un equipo para que se generase el caos e, incluso, uno de los miembros del jurado, Pepe, la apadrinó para que pasase más tiempo en pantalla. Se la llevó al límite como a todos los concursantes de su perfil»

Macarena contó en una entrevista algo que no sentó bien a Jorge Javier Vázquez: “No es por echarme flores, pero es muy complicado lo que hacemos cada temporada. Nosotros vamos con unos formatos muy blancos, muy familiares, y competimos con otros muy de ‘reality’, mucho más fuertes, como pueden ser ‘La isla de las tentaciones’, ‘Supervivientes’ o ‘Gran Hermano’. Al final hay que llamar la atención y hay que entretener. Y lo hacemos cosiendo y cocinando”.

Jorge Javier Vázquez se dio por aludido y le respondió en ‘Sálvame’: «Me gustaría que muchas de las personas conocidas que han ido a trabajar a ‘MasterChef’ explicaran cuál ha sido su experiencia y en qué situaciones límites se les ha colocado para que dieran juego en el programaPrograma blanco, tururú«.

Otra sorpresa para la audiencia es lo que cuenta este ex guionista: «Desde el primer programa sabemos quiénes van a llegar a la final, aunque muchas veces cambiemos el guion sobre la marcha, porque algunos personajes nos dan más o menos de lo que esperábamos»

«Hay decenas de recursos para dirigir las situaciones. A los concursantes se les imparten unas clases de cocina antes de cada programa, de modo que una forma de que gane quien interesa al programa es hacer que las pruebas coincidan con lo que mejor han hecho fuera de cámara. «¿Te han enseñado a hacer un suflé y lo has hecho bien? Pues suflé en la prueba de eliminación. ¿Al otro le da repelús pelar pescado? Pues toma una lamprea, si puede ser viva, mejor. Es muy sencillo», explican fuentes del programa.

«Y, si las cosas se tuercen, al final del proceso está el jurado, que sabe perfectamente lo que tiene que decir. Si algo está en su punto, si le falta sal, si no tiene sabor… Todas esas decisiones las toma el jurado, que no deja de ser el propio programa, y el espectador no tiene forma de comprobar si es verdad».

En la sala de montaje se termina de dibujar la historia. El concursante que va a salir ese día se va perfilando desde antes: se escogen los planos en los que hace un mal gesto a sus compañeros, o cuando no está trabajando, para presentarlo como alguien que no está compitiendo bien y que debe abandonar el programa. Incluso una música bien escogida puede servir para que un concursante que no caía bien a la audiencia tenga una despedida emotiva. «Una vez se entra en la sala de montaje, los concursantes ya no tienen el control de nada, ahí lo importante es caerle bien a Macarena o a otro de los jefes», explica el exguionista.

«Se busca a actores en horas bajas que traguen con lo que sea. A la mayoría los exprimen mucho más de lo que esperan, porque, además, los artistas tienen siempre una relación muy complicada con su ego, pero el sistema es así y ellos solo quieren volver a reengancharse a la maquinaria, por eso casi ninguno te va a reconocer que la experiencia de ‘MasterChef’ es terrible, aunque en privado lo hagan casi todos»

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