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Televisión

El trato de Bertin Osborne con sus hijas e hijos

Bertín Osborne habló ayer de todos sus hijos y sus hijas, y llamó la atención el especial hincapié incisivo que hizo en su hijo pequeño:

«No tienen nada que ver ninguno entre ellos»

De su hija mayor: «Alejandra, probablemente sea la que más se parezca a mi. Es un l0ca maravillosa, zumbada total»

De su hija pequeña: «Claudia es un metrónomo. Esos aparatitos que ponen los músicos, que nunca se atrasan ni se adelantan»

De su hija mediana: «Eugenia es como una cosa etérea, espiritual. Con ella salgo últimamente de marcha mucho. Nos tomamos cositas por ahí».

De su hijo mediano: «El que más se parece a mi es Kike, todo lo que me gusta a mi le gusta a él. El fútbol, los caballos, la caza… Todo»

Bertín sobre su hijo pequeño: «Carlitos puede aprender a cantar mejor…»

De su hijo pequeño: «Y Carlitos es… totalmente distinto. Carlitos yo creo que es el que tiene más vena artista. Puede… si quiere, cosa que yo pongo en duda. Pero si él quiere puede ser un gran pianista, porque no es que toque el piano bien sino que tiene mucha facilidad para tocarlo. Ahora lo toca, y lo toca bastante bien, pero si de verdad se aficiona tiene una facilidad enorme, y puede tocar divinamente. Y luego encima puede aprender a cantar mejor… pero canta bien»

Su hijo le contestó: «Tiene una manía pero tiene un poco de razón. Cuando vas descalzo por la casa… ya puedes correr, porque cuidado»

Alejandra, Eugenia y Claudia, las hijas más mayores del cantante, hablaron sobre cómo vivieron la ausencia de su padre, pues fueron criadas por su madre, Sandra Domecq, debido a que el artista priorizaba su vida profesional. Él mismo dijo que era algo de lo que se arrepentía profundamente, pues se había perdido momentos muy importantes de sus hijas.

«Lo único que no se puede recuperar es el tiempo y yo he perdido el tiempo con mis hijas» dijo Osborne, abatido. Tanto es así, que confesó haberlo pasado regular al leer Lo mejor de ti (Planeta), una novela de su hija Claudia en la que narraba algunos de los momentos más duros de su vida. Y es que, según el entrevistado, descubrió en sus páginas muchas cosas de su hija que no sabía y varias ocasiones en las que no estuvo ahí para ella. 

Esto llevó a una emotiva conversación entre ambos en la que se pidieron perdón, según recogió Claudia. Sin embargo, lo más duro no lo dijo ella, sino que vino a colación de un recuerdo de Alejandra, otra de las hijas. Cuando Bertín se separó de Sandra Domecq, su primera mujer, ella estaba embarazada de su hija Claudia.

Entonces, Bertón pasó a vivir durante 14 años en el extranjero, por lo que apenas compartió tiempo con sus hijas en esa etapa. Alejandra fue la más consciente de la separación dado que era la mayor, pero confesó que, aunque sonara «terrible», no le costó superarlo:

«Él no estaba nunca, entonces no hubo mucha diferencia, siempre estaba viajando, nuestra infancia ha sido con nuestra madre, él no estaba en el día a día», comentó.

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