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Linda Evangelista posa por primera vez tras quedar «deformada»

Linda Evangelista fue una de las Top Models más famosas de los 90 y seguía en activo como una de las modelos clásicas con más fortuna. Hasta que hace cinco años se hizo un tratamiento de lipoescultura en frío que la dejó «deformada».

¿Por qué se hizo el CoolSculpting?

A finales del año pasado, Linda Evangelista publicaba un largo escrito en su perfil de Instagram en el que explicaba que había decidido vivir apartada del foco público después del tratamiento estético que la había dejado “completamente deformada”.

Su historia dio la vuelta al mundo pero desde entonces la modelo no había vuelto a pronunciarse. Hasta ahora, cinco meses después, donde ha querido explicar cómo es su día a día con su nueva condición.

Linda cuenta en la entrevista con People todo lo que le ha sucedido y también se ha dejado fotografiar por primera vez en un estudio desde que le ocurriera todo.

«Ya no me voy a esconder nunca más”, asegura en la charla, explicando que buenas amigas como Cindy Crawford la animaron a contar su historia porque su “fuerza y esencia” seguían siendo muy reconocibles.

Lo que Linda se hizo fue un tratamiento de siete sesiones de lipoescultura —llamado CoolSculpting por su marca comercial y que con un proceso llamado criolipólisis enfría la grasa para quitarla— entre agosto de 2015 y febrero de 2016, algo que le provocó hiperplasia adiposa paradójica, algo que el fabricante estima que solo se da en uno de cada 4.000 personas.

La modelo le solicita a Zeltiq, la compañía matriz de los aparatos de ese tratamiento 50 millones de dólares.

«Yo amaba subirme a una pasarela. Ahora me da cosa cruzarme con algún conocido. No puedo vivir así nunca más». Cuenta que fue a los tres meses de empezar el tratamiento cuando notó bultos en la barbilla, los muslos y la zona del pecho, las mismas que pretendía disminuir pero que en este caso empezaron a crecer y endurecerse.

Explica que intentó arreglarlo con dieta y ejercicio. “No comía nada. Pensé que estaba perdiendo la cabeza”, explica. Por eso, en junio de 2016, decidió acudir a un profesional para decirle que pasaba hambre y no lo solucionaba: «me dijo que ningún tipo de dieta ni de ejercicio lo arreglarían jamás”.

«Me dijeron que ningún tipo de dieta ni de ejercicio lo arreglarían jamás”.

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