Britney Spears lleva unos días siendo noticia por la petición de divorcio que Sam Ashragi le espetó hace unas semanas alegando diferencias irreconciliables y solicitándole una pensión de ‘spousal support’, esto es algo así como una paga de compensación por el tiempo que ha pasado junto a ella y ha rechazado (hipotéticamente) trabajos que le hubieran generado ingresos al preferir dedicar su tiempo a Britney.
Tras el anuncio, se ha podido ver a Britney comiendo pollo frito en mitad de la noche y también yéndose de fiesta con un grupo de amigos de los que no sabíamos nada hasta hace dos días. De hecho, muchos medios de comunicación especulan con que no serían amigos de toda la vida sino más bien gente con la que se ha juntado para salir de fiesta.
Todo esto recuerda mucho a los días de 2007 en los que Britney Spears sufrió un ‘meltdown’ y acabó ingresada en una unidad psiquiátrica de un hospital de California. Tras este episodios, su padre se encargó de su tutela hasta hace tan solo un año, cuando Britney consiguió por la vía legal deshacerse de la tutela.
En ese momento, Britney dijo lo más grande sobre su padre pero ahora todo indica según la web TMZ que Britney quiere retomar el contacto con su padre porque le echa de menos. Britney estaría preocupada por la salud de su padre, que ha estado varias semanas ingresado por lo que los médicos creían que era una infección de los riñones y acabó siendo un tema de sus rodillas. Se las reemplazó hace 16 años y esto le había provocado una sepsis generalizada.
La prensa ha podido comprobar que el único miembro de la familia con el que Britney se habla es su hermano Bryan y habría sido este el que le habría puesto al día del estado de salud de su padre, lo que habría ablandado el corazón de Britney.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Fanático de la música, las listas de éxito y la estética videoclip.