Björk y Rosalía han estrenado por fin, después de algunos retrasos, ‘oral’, la canción con la que la tonadillera islandesa quiere recaudar fondos para cerrar las piscifactorías que se están abriendo en Islandia.
La colaboración de Rosalía y Björk para Oral surgió cuando la artista islandesa escuchó el último disco de la catalana, Motomami, y se sintió inspirada por los ritmos del dancehall y el reggaeton que contiene. Björk tenía una canción que había compuesto hace 20 años y que había descartado por ser demasiado pop, pero que le pareció perfecta para unir sus voces con Rosalía. Le propuso la idea y ella aceptó encantada.
Además, ambas decidieron que el tema tendría fines benéficos y que donarían todas las ganancias a una asociación que lucha contra las piscifactorías en Islandia, que amenazan la supervivencia del salmón salvaje y la biodiversidad del país. Björk es una activista comprometida con la defensa del medio ambiente y Rosalía se sumó a su causa.
La canción: ‘oral’
El estilo musical de ‘oral’ de Björk y Rosalía es una fusión de dancehall, pop y reguetón, según ha revelado la propia Björk en varias entrevistas. La canción, que Björk compuso hace 20 años, tiene un ritmo primitivo inspirado en el dancehall de Jamaica, que es un antepasado del reguetón. A la producción ha corrido a cargo de Sega Bodega.
¿Quién es la directora del vídeo, Carlota Guerrero?
Carlota Guerrero es una artista, fotógrafa y directora creativa que vive en Barcelona. Su trabajo se caracteriza por explorar la condición femenina, la belleza orgánica, la desnudez y la conexión con la naturaleza. Ha colaborado con personalidades como Solange, Rosalía, Emilia Clarke y Rupi Kaur, entre otras.
Sus vídeos más famosos son ‘Don’t Touch My Hair’ de la hermana de Beyoncé y ‘A Palé’ de Rosalía.
El problema de las piscifactorías en Islandia
Las piscifactorías en Islandia son instalaciones donde se crían peces, principalmente salmón, en jaulas o corrales de red abiertos en el mar. Estas piscifactorías han generado una gran controversia en el país, ya que se considera que tienen un impacto negativo en el medio ambiente y en la biodiversidad marina.
Algunos de los problemas que se han denunciado son la contaminación del fondo marino por los desechos de los peces y el pienso que no consumen, lo que afecta a los organismos que viven allí y puede provocar un crecimiento excesivo de algas que liberan toxinas.
También la fuga de peces de las jaulas, que pueden alterar el equilibrio ecológico y genético de las especies nativas, especialmente del salmón salvaje islandés, que es diferente del salmón noruego que se cría en las piscifactorías.
Además, a Björk también le preocupa lo estético: el daño a la belleza natural y al valor turístico de los fiordos donde se ubican las piscifactorías, que son parte del patrimonio cultural y natural de Islandia.
Por estas razones, muchos islandeses se han opuesto a la expansión de las piscifactorías en el país, y han organizado protestas y campañas para detener o regular su actividad.
La ONG a la que Rosalía y Björk donarán todos los beneficios de la canción ha llevado a la empresa responsable de la piscifactoría a los tribunales, acusándola de maltrato animal y de violar la ley ambiental.
Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Fanático de la música, las listas de éxito y la estética videoclip.