Arévalo sorprendió hace unos días con su adiós. Su hijo le encontró en su habitación en la casa de Valencia en la que vivía. Ahora ha ido a la televisión a defender la memoria de su padre y a especificar que no está arruinado. Aunque sí que pasa por una complicada situación económica.

El hijo de Arévalo: “Yo soy camarero, cobro 1.300 euros al mes”
“No estoy arruinado. Vivo en la calle Padre Jofre de Valencia. Mi padre cuando vendió el chalet no le quedó dinero pero se quedó a cero de toda deuda”

Las últimas palabras de Arévalo
“Paco, levántame que me he caído”, fueron las últimas palabras que pronunció Arévalo antes de irse para siempre. Así lo ha contado su hijo Paquito.

Delicada situación de Arévalo en vida
En una entrevista de 2018, Arévalo dijo que tenía dos cuentas bancarias: una con unos 200 euros y otra con unos 2.000 euros. También dijo que tenía una casa y un terreno, pero no reveló su valor.

¿Pero qué hizo con todo el dinero que ganó?
La carrera profesional de Paco Arévalo fue una de las más prolíficas y exitosas de la historia del humor español. Inició su trayectoria artística en la década de 1960 como torero cómico, al lado de su padre. Posteriormente, se convirtió en uno de los humoristas más populares de la televisión española, gracias a su participación en programas como “Un, dos, tres… responda otra vez” y “El show de los payasos”.

Arévalo también tuvo una exitosa carrera en el cine, donde participó en más de 30 películas, muchas de ellas comedias dirigidas por Mariano Ozores. Además, publicó varios libros de humor, entre los que destacan “Yo soy el gracioso” y “¿Qué te pasa, Paco?”.
Con todos estos títulos, no sería exagerado pensar que Arévalo podría haber facturado cerca de 10 millones de euros a lo largo de su carrera. Pero no parece que haya sido así o no lo ha gestionado.

La carrera de Arévalo estuvo marcada por su humor irreverente y su capacidad para conectar con el público. Sus chistes, a menudo sobre temas tabú, le valieron la admiración de muchos, pero también la crítica de otros.
Algunos de los momentos más destacados de su carrera:

A finales de la década de 1970 y principios de la de 1980, Arévalo alcanzó la fama nacional gracias a su participación en el programa “Un, dos, tres… responda otra vez”. En el programa, Arévalo interpretaba a varios personajes, entre ellos el “Paco de la limpieza”, un trabajador de la limpieza con un humor absurdo y surrealista.

En 1983, Arévalo protagonizó la película “El día de los engañados”, una comedia dirigida por Mariano Ozores. La película fue un éxito de taquilla y consolidó la carrera cinematográfica de Arévalo.

En 2007, Arévalo recibió el Premio Nacional de Humor. El premio fue un reconocimiento a su trayectoria profesional y a su contribución al humor español.

Arévalo fue un humorista polémico, y sus chistes a menudo generaron controversia. En 1980, fue acusado de “machismo” por un chiste que hizo sobre las mujeres. En 2006, fue criticado por un chiste que hizo sobre los inmigrantes.

A pesar de las críticas, Arévalo siempre defendió su humor, asegurando que era una forma de reflejar la realidad.

Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, donde descubrió su pasión por contar historias que conectan con las personas y reflejan la cultura de su tiempo. Su trayectoria profesional está marcada por un interés constante en la música, los medios de comunicación y la forma en que ambos influyen en la sociedad.
Fanático de la música y de las listas de éxitos, sigue con detalle la evolución de los géneros, los artistas emergentes y los fenómenos virales que marcan tendencia a nivel global. Su curiosidad lo lleva a analizar no solo los números, sino también lo que hay detrás de ellos: los movimientos sociales, las narrativas artísticas y la influencia de la industria musical en la vida cotidiana.
Amante declarado de la estética videoclip, entiende este formato como un lenguaje artístico en sí mismo, donde música e imagen se fusionan para contar historias poderosas y crear iconos culturales. Su mirada combina análisis crítico con entusiasmo de fan, lo que le permite escribir desde la objetividad periodística sin perder la frescura de la pasión personal.
Con experiencia en redacción digital y un estilo cercano, su trabajo refleja un equilibrio entre la actualidad informativa y la sensibilidad cultural. Su objetivo es que cada pieza que escribe no solo informe, sino que también entretenga, emocione y conecte con la audiencia.
