El actor Alfonso Vallejo ha revelado en una entrevista en exclusiva a la web Sufridores en Casa qué era exactamente Don Pimpón y la respuesta es: «¡Era yo! Que por entonces tenía melena y barba. Me llamaron para una sesión de fotos, me hicieron fotos frontales, laterales y de todo lados, y las mandaron al taller de Jim Henson, y le dijeron “queremos un muñeco basado en este tío”. Si tú te fijas,esta porra -dice, tocándose la nariz-, que parece de loro, ancha, un poco curvada, exagérala en caricatura, y ahí la tienes. Y los pelos que yo tenía, esa textura de peluche del muñeco, era porque yo, Alfonso Vallejo, tenía un barbón»
Así que misterio desvelado: ni un búho, ni un oso, ni nada… El taller de Jim Henson creó un muñeco a partir de la imagen del actor español Alfonso Vallejo. El actor cuenta también en la entrevista algunas curiosidades: «Hacer de Don Pimpón era terrible, era como una sauna. Pero en Los Mundos de Yupi Astrako también tenía lo suyo, porque llevaba una camisa, un pantalón y unos gaymbos tipo Superman que eran de gomaespuma, y un chaleco, que también era de gomaespuma, y llevaba una bufanda de material plástico. Un día hice una prueba, y después de actuar me quité la camiseta que tenía debajo del traje, empapada de sudor, y la estrujé encima de un vaso vacío… y lo llené»
También desvela por qué acabó ‘Barrio Sésamo’ y comenzaron ‘Los Mundos de Yupi’: «Se hizo Los mundos de Yupi, un producto 100% español para no pagar rollalties, y parece ser que alguien desde Estados Unidos manipuló para que desaparecieran Los mundos de Yupi, yo no lo sé con certeza pero cabe pensar que sí. Del Sésamo la mitad era material americano, y se pagaba una viruta muy grande por ellos, aunque ellos hacían los muñecos, que está muy bien para que la imagen sea uniforme. Habré visto el Barrio Sésamo de 50 o 60 países del mundo, y te puedo decir que igual que Caponata está el Big Bird, que es amarillo, y en otros países hay otros pájaros iguales, o el Espinete que había en Israel. Barrio Sésamo es un gran negocio, porque tú emitías 25 minutos y 12 minutos y medio tenían que ser americanos, y vendían lo mismo a todos lados. En aquella época lo veían unos 15 millones de personas, porque había una cadena o ninguna, una barbaridad. Yo creo que Barrio Sésamo desapareció por la carestía del producto, era caro, aunque por normativa y forma de programar cada episodio había que pasarlo 3 veces al año, lo que lo hacía más rentable. Nosotros grabamos 80 episodios y se emitían 3 veces, 24o capítulos. Jim Henson aprendió que a los niños le gustan los anuncios porque son cortos y se los aprenden por la repetición, por lo que la repetición no es mala, los niños saben lo que va na encontrarse y funciona. Nuestros programas tenía una historia, pero dentro de esa historia diferente había otras piezas que se repetían mucho. Anda que no hemos oído veces eso del “un dos tres cuatro cinco seis siete ocho nueve diez once doce”, el vampiro, el domador contando leones…»
Puedes leer la entrevista completa, que es muy interesante, aquí.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.