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Entrevistas

Lois: «Nos han enseñado a confundir cultura con entretenimiento»

Entrevista Lois
Lois está a de vuelta con su nuevo EP ‘Crumb Cats. Charlamos con él para indagar en el germen de la grabación, sus orígenes, inspiraciones y opinión sobre el panorama musical actual.

Lois, el origen

¿Cuál fue tu primera conexión con la música?
Yo vengo de una familia en la que por suerte ha habido algunos músicos. Ya de pequeño, con seis o siete años, empecé a hacer solfeo. A los ocho ya estaba tocando el saxo, estudiando conservatorio clásico, estuve metido en música tradicional gallega… Todo ese tipo de cosas. Pero no fue hasta los 19 años cuando me planteé la música como opción profesional. Monté mi primera banda hace ya 11 años, hicimos un par de EPs (se refiere a la banda Yoplay) y luego me vine a Madrid y ya empecé con Trajano! y Lois.

O sea, tu formación es de músico clásico. Ayer te vi en los Conciertos de Radio 3 tocando el saxo, y en Instagram te he visto tocando la flauta, ¿cuántos instrumentos tocas?
Sí, estoy intentando cada año empezar un instrumento nuevo por mi cuenta pero ya tengo muchas cosas acumuladas y me está empezando a costar porque necesita unas cuatro o cinco horas al día de estudio.

¿Qué artistas y discos escuchabas de pequeño? ¿Cuál es el primero que recuerdas haber escuchado conscientemente?

Yo vengo, además de la música clásica, también mucho del Jazz y creo que los primeros discos que escuché de pequeño fueron de Jazz. De Jazz y también discos de rock de los 60 y 70 que tenía mi padre por casa. Era un loco del rock sinfónico entonces había desde a Alan Parsons Project a The Who. Pero el primero debió de ser alguno de jazz de Joe Henderson.

¿Qué te decían en el colegio tus compañeros cuando les decías que escuchabas jazz y rock sinfónico?
(Risas) Pues mira, la verdad era como una de esas cosas que dicen de que la procesión va por dentro. Escuchábamos lo que escuchábamos todos en Los 40 por aquella época, toda la basurada, pero luego en casa ya escuchaba yo lo otro. Y como yo estudiaba instrumentos, solfeo… pues a nadie le parecía raro que escuchara música instrumental.

¿Cuándo fue la primera vez que pensaste que querías dedicarte a la música y cómo te decidiste a montar tu primera banda?
No hubo ningún momento de cima de decir «ahora». Fue una cosa muy progresiva. Entré en mi primera banda a los 19 años de puta casualidad, de esto que alguien te escucha cantar, que el grupo no tiene cantante, que alguien dice «pues yo conozco a este tío que canta guay» y a partir de ahí fue creciendo la cosa. Porque tú no sabes si lo haces bien, si no lo haces bien, si vales para esto y de repente la prensa empieza a fijarse, hay gente a la que le gusta mucho lo que haces… Vas ganando confianza y entonces comienzas a planteartelo.

¿Qué sentiste cuando descubriste que a la gente comenzaba a gustarle lo que hacías?
Pues por supuesto sorpresa total y absoluta. Era consciente de que dentro de nuestra escena éramos musicalmente mejores que los demás, que teníamos más nivel… Ahora igual suena a tontería pero cuando de repente por primera vez Mondosonoro escribe cuatro líneas sobre ti es como «wow». Ahora ha cambiado todo mucho, ya no hay esa distancia entre el medio y el músico que empieza. Hay gente que lleva 15 días con su proyecto y ya sale en prensa.

‘Crumb Cats’

¿El título del EP, ‘Crumb Cats’ es por el cómic de Robert Crumb?
Sí, en parte es una cosa que tenía pendiente, siempre he querido hacerle un homenaje y cuando estuve componiendo, una de las películas que más veía fue la de ‘Fritz The Cat’. Por otro lado, «cats» es como suelen referirse entre ellos los músicos de Jazz americanos. Y «crumbs» en el argot jazzístico se usa para referirse al jazz «ligero» como que no es algo sesudo.

¿Cómo planificaste la grabación al contar con un productor externo?
Fue todo un poco extraño, la verdad. Nosotros estábamos buscando a alguien con quién trabajar, había varias opciones encima de la mesa… Pero luego apareció James Hoare de casualidad. Mi mánager ya le conocía y en cuanto me pasó la lista de equipos que tenía en su estudio dije: «tira pa’alante. 100%», porque tiene como un museo. Y directamente lo que hicimos es que yo me preparé todo: las letras estaban terminadas, las armonías estaban completamente listas, las líneas de bajo estaban todas rematadas… pero fui con una mentalidad muy abierto. Al llegar nos pusimos a experimentar con con cajas de ritmos super antiguas, que lleva un montón de trabajo hacer con ellas cualquier cosa que no venga predefinida. A las cuatro o cinco horas de entrar al estudio ya estábamos grabando.

La producción es aparentemente sencilla pero hay mucho lugar para los detalles…
Yo creo que eso se debe a la forma de trabajar que tenemos tanto James como yo. Una vez que teníamos las bases hechas nos poníamos a dar pinceladas, a probar ideas. Grabamos muchísimas más cosas de las que aparecen. El último día de mezcla fue super complicado porque nos pusimos a quitar pistas, nos preguntábamos: ¿este piano que tanto nos gusta, aporta algo? En el proyecto de Lois siempre lo he hecho así. No quería una super producción con un montón de cosas. Quiero que la protagonista sea la voz y que no haga falta mucho más alrededor.

¿Tuvisteis alguna referencia musical a la hora de la producción?
Yo cuando entro en el estudio odio llevar referencias. Normalmente dejo de escuchar música un mes antes de entrar en el estudio para descontaminarme. Me parece una limitación llevar referencias. Además, cuando alcanzas cierto nivel como músico se vuelve relativamente fácil robar.

Creo que tu voz es un instrumento con un espectro muy amplio y me ha sorprendido que en ‘Ol’ Spice’ por primera vez te escucho cantar en un tono más agudo.
(Risas) En realidad es porque la canción es una especie de conversación entre un hombre y una mujer.

Por las letras de algunas canciones y el tono del EP se me antoja como que tienes un punto de vista más cínico acerca del amor. ¿Has salido escarmentado del juego del amor?
Yo creo que es que nos vamos haciendo mayores. También me coincidieron varias cosas personales pero me apetecía desarrollar el tema. Además en Trajano! es un tema que tenemos prohibido.

¿Cambia mucho la forma de componer con Trajano!?
Sí, sí, es el día y la noche. En Lois me siento al piano o a la guitarra y solo lo acompaño con la voz. Y en Trajano! hacemos justo lo contrario, cuando nos ponemos lo grabamos todo. Son sistemas que intento mantener muy estancos para que no se contamine una cosa con la otra.

Tu caso es un poco anómalo en la industria, ser un artista tan joven y llevar dos proyectos en paralelo. ¿Cómo llevas esa dualidad?
Para mi no ha formado parte de un plan, no es la típica historia de que el líder del grupo crea una escisión porque el grupo no le llena… No, no, no. Simplemente fue que yo tenía canciones que iba componiendo que no pegaban para nada con Trajano!. Yo las iba grabando en casa y decidí publicarlas.

Tú que siempre has estado en grupos, ¿te dio vértigo subirte tú solo al escenario?
Bueno, tampoco es tan difícil, porque al final con Lois también giro con banda. Al final es un papel que interpreto.

Una cosa que me choca mucho de ti en el escenario es la manera que tienes de colgarte la guitarra, tan arriba…
(Risas) Pues mira, es completamente casual. Yo empecé a aprender a tocar la guitarra y me sentaba en el sofá de casa de mis padre, como con 12 años. Ese sofá te dejaba el culo muy hundido y la guitarra quedaba más arriba y me acostumbré a tocar ahí. Y como me acostumbré a esa altura ahora si me bajo la guitarra me dan hasta calambres en los dedos. Y como toco rápido… se me ponían los tendones como escarpias. Así que me la pongo más arriba y toco comodísimo.

El panorama musical español

Ayer estuve viendo tu concierto con Trajano! en La 2 de RTVE y me preguntaba: ¿Qué les parecerá que el mayor presupuesto para programas musicales se destine a formatos como ‘Operación Triunfo’ y no se potencien programas como ‘Los Conciertos de Radio 3’?
No quiero sonar conspiranóico para nada pero vivimos en un país en el que la cultura molesta. Y digo cultura, no ‘Operación Triunfo’. El principal problema es que nos han enseñado desde hace 40 o 50 años a confundir cultura con entretenimiento. Me parece bien que existan ese tipo de programas pero no son cultura, son entretenimiento. A la gente cuando empiezas a suministrarle cultura tiende a abrirse, a explorar, a conocer otras cosas. Y normalmente a los gobiernos no les parece muy adecuado ese tipo de pensamiento. Si tienes una diversidad cultural en la que la gente escucha más música creo que es más difícil que seas racista, que pienses que el que viene de fuera es peor que tú… Ese tipo de cosas.

¿Y qué opinas de la excusa que ponen a veces diciendo que si se hacen programas más culturales la gente no los va a ver?
El nivel cultural de la gente se adapta a lo que tú le estás suministrando. En la BBC hay conciertos de música clásica como los Proms y son programas muy vistos. Y eso no lo consiguieron de la noche a la mañana. Es una cuestión de años. Si lo haces al revés, y comienzas a rebajar el nivel cultural más y más y más… llega un momento en el que la gente solo quiere entretenimiento. Además, asocian lo cultural con aburrimiento. Tampoco apuestan por hacer las cosas de una manera dinámica. Si el presupuesto se te va en hacer ‘OT’ no te queda dinero para hacer un programa de música independiente. La 2, por ejemplo, desde pequeños nos han inculcado que es un coñazo. Todos los programas en La 2 tienen un ritmo terrible, deliberadamente. Puedes hacer un concurso de preguntas y respuestas que tenga vidilla y no un ‘Saber Y Ganar’, y eso que soy súper fan.

Relacionan cultura con aburrimiento…
A ver, está clarísimo que desde hace muchos años se ha hecho todo lo posible para que haya ese descenso en la cultura, que la gente tenga menos capacidad crítica. Es mucho más fácil gobernar a gente que no consume cultura, pero no por un tema de que sean mejores o peores, sino de que han visto más cosas. Cuando alguien ha visto más cosas es más escéptico, más difícil de engañar…

Hablando del panorama español ¿qué grupos españoles te han influido a lo largo de tu vida?
Creo que yo me enganché a la música independiente a tope gracias a Triángulo de Amor Bizarro. Desde el ‘Pantalones Abajo Marinero’. Y de ahí comencé a descubrir un poco todo. Tengo que decir que no soy nada, nada, nada fan del ‘indie’ de los 90 ni de los 00 en España. Lo siento mucho pero nunca me ha ganado. Ahora sí que tengo un montón de bandas que me parecen increíbles, desde La Plata, The Parrots, Los Nastys. Gente que me parece que está haciendo música muy buena aunque luego me sorprende que no repercuta en cabezas de cartel de festivales. Esto es un poco una extensión de lo que hablábamos antes. Si a la gente le das todo el rato Vestusta Morla y pinchas sus canciones como si fueran radio fórmula… ¿qué va a querer ver la gente luego en los festivales?

Dime tu disco español favorito de los últimos 10 años…
Uff… Yo creo que el último de Extraperlo, ‘Chill Aquí’. Me parece uno de los mejores discos que se han hecho en este país, de largo.

Conciertos

¿Cómo surgió telonear a Gus Dapperton en su próxima gira europea?
Fue simplemente cuestión de que vieron que su música con la nuestra encajaba bastante bien y dijeron que OK, que para adelanta. Normalmente estas historias no esconden mucha chicha (risas). A veces propones cosas que salen y otras no.

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