Ayer se vivieron momentos de verdadera vergüenza ajena en la televisión. Es normal, respetable y todo lo que quieras, que haya gente que disfrute con ‘Sálvame’ (aunque a nosotros nos parezca pasado de moda y lo peor). Que lleven a Yurena o ver a personajes como Flor Aguilar puede ser pintoresco y alguna vez divertido, pero ver a cinco personas tratar de hacer que una persona se sienta mal por su cultura, su carrera y sus premios es de pena.
Lucía se derrumba
Más pena da ver cómo una persona, que se puede haber equivocado como ella dice, pide por favor que la dejen irse, que todo termine y que no le dejen. Cuando ayer Lucía Etxebarría pedía que todo terminara Terelu le decía: “No puedes irte todavía”, «No puedo pasar a publicidad cuando quiero», «Tienes que aguantar un poco más». Mientras la fila de enfrente estaba así:
Menos mal que Lucía Etxebarría, que te puede gustar mucho, poco o nada, dijo cosas que no se suelen oir en un programa así porque la gente que suele ir gusta de ser partícipe. Y menos mal que una vez terminada la entrevista dijo que Terelu y los colaboradores eran unos impresentables.
Algunos entrecomillados:
Lucía: «La dirección del programa raciona la comida para conseguir que se comporten como hienas. Dan diferentes privilegios para conseguir que la gente se enzarce»
Lucía: «Los privilegios para algunas eran los maquillajes y para otro los esteroides. Para mi los libros y mis perros»
Lucía: «Pero si nadie sabía quién era yo»
Terelu: «Pero eso no es delito»
Lucía: «Pero es que tampoco sabían quién era Soraya Sáenz de Santamaría. ¿Como se puede vivir en un país en el que no sabes ni quién es la vicepresidenta?»
Lucía: «Yo no dije que era Premio Planeta. Lo dijeron y había una niña que no paraba de gritarme «Eh tu, premio planeta, premio planeta». Quiero aclarar que esto no es una estrategia de Telecinco para perjudicar al Grupo Planeta
«Me habéis arruinado el proceso de adopción»
El programa completo
Por cierto, el final de la entrevista con la irrupción de Mila Ximenez gritando como una loca es ya el acabose.
Aquí puedes leer la carta que Lucía ha escrito tras su paso por Telecinco:
Los tuits de apoyo que he recibido ( repito, miles) y las gente que me ha ido abrazando por la calle me han ayudado mucho. Quiero creer que aún existen muchas personas que creen en el diálogo, en la resolución pacífica de conflictos, en la empatía con el débil , en la solidaridad, en las redes de apoyo, en la dignidad. En la cultura con mayúculas. Una cultura que no estriba en haber leído muchos libros sino en respetar unos valores, una cultura que es el camino que hace nobles a los pueblos. Cultura no es leer muchos libros, sino entender un principio muy simple: Es moral lo que hace que el otro se sienta bien, inmoral lo que hace que el otro se sienta mal.
Después del linchamiento ( porque no hay otra palabra) del que fui objeto ayer en Telecinco, creo que tengo que aclarar algunas cosas.
En primer lugar, cuando salí de T5 llorando como una magdalena ( y David también lloraba) abrí twitter. Estaba colapsado de mensajes de apoyo. He retuiteado algunos pero os aseguro que hay miles. Miles, de verdad. Desde fuera parece que se vio claramente lo que había pasado
Cuando acepté entrar en «Campamento de Verano» se me dijo que iba a ser un programa muy fácil , una especie de » retorno a la infancia» ( textual) y que no debía tener ningún miedo porque como se emitía en verano y en horario infantil iba a ser diferente de los demás realitys. Se me mintió.
Se me ha culpado de decir que un señor se masturbaba. Ayer, como quizá visteis, no pudieron encontrar ningún vídeo en el que yo dijera tal cosa. Como no lo encontraban, entonces pusieron OTRO VIDEO y sobre él empezaron a decir, a gritos, que yo decía lo que no decía. Era surreal. Yo no mencionaba jamás la palabra masturbación ni citaba nombre alguno, y encima de ese vídeo los terutlianos gritaban: » Mira, estás diciendo que X se masturba», a grito pelado
El programa lleva desde el principio insinuando que ese señor se masturba en público. Yo no lo había dicho jamás, no tenían vídeos en los que se dijera, pero ayer quisieron forzarme a decirlo en público. Les importa un comino la familia de ese chico, un chico que no está ( como se aprecia en el programa) en condiciones para defenderse. Y se me culpa a mí de haber dicho lo que no he dicho ( y sí que han dicho y repetido hasta la saciedad otras personas) porque he sido la víctima de un intento de acoso y derribo.
Se sabía perfectamente que el doctor me ha diagnosticado ansiedad como consecuencia de una experiencia traumática. Llegué al programa con un certificado de la Seguridad Social. Y como muchos sabéis, un médico de la Seguridad Social no extiende un certificado así como así. Dio igual, fueron a por mí igualmente. Cuando me veían llorar, me acusaban de fingir.
Lo más alucinante, y que David puede corroborar, es que no quería ir, y se me envió a casa a una reportera para convencerme. Ella, que se llama Nieves, y la directora del programa, que se llama Carlota, se tiraron horas con el » pero nosotros te admiramos mucho» , » pero no te queremos hacer daño», » pero todo va a ser muy fácil», y sobre todo, repetido hasta la saciedad » confía en nosotros».
Confía en nosotros, me decían. No vamos a hacerte daño. Qué mentira tan cruel y tan sádica.
Antes de entrar en plató María Patiño fue amabílisima conmigo, para que no desconfiara y me fuera. David también puede corroborarlo.
Se ha mentido constantemente sobre mí. Se ha dicho que me lavo con un estropajo ( ni un solo vídeo que lo pruebe), que he robado unas bragas ( ni un solo vídeo que lo pruebe) , que he acusado a un chico de masturbarse en público ( ni un solo vídeo que lo pruebe) y ayer se manipulaban constantemente extractos de entrevistas para decir que yo estaba mal de la cabeza. Incluso cuando lloré ( algo que creo que habría hecho cualquier persona normal y saludable a la que descalifican, insultan y gritan durante media hora) se utilizó en mi contra para decir, a grito pelado: » Estás como una PUTA CABRAAAAA» ( textual)
Hay muchas cosas de las que estoy muy orgullosa:
Durante diez días en los que he sido constantemente grabada, a todas horas ( como habéis visto. las cámaras me seguían hasta para ir al baño). no han obtenido una sola imagen de mí, ni una sola, gritando o insultando. Y ayer, pese a las dos horas de acoso, tampoco.
Mi hermana, que es toda una señora, aguantó el tipo perfectamente, y no les dio la carnaza que buscaban. Lo mismo hizo mi ex suegra. Pese a las presiones, ninguna gritó, ni insultó ni dijo nada malo sobre mí.
Mi madre me ha dado su apoyo en todo momento y por supuesto se ha negado por mucho que le han ofrecido ( mucho, os lo garantizo) a salir en televisión. Mi hermana fue a televisión, precisamente, para evitar que siguieran persiguiendo a mi madre.
Estoy muy orgullosa de mi familia y de mis amigos que me han apoyado en todo momento.
No estoy orgullosa de haber sido tan ingenua y de haberme puesto a tiro para convertirme en la res sacrificial de una cadena desesperada por sacar dinero. Y de haberles metido de paso, sin darme cuenta, a mi familia en este embrollo.
Pero sobre todo lo que me da mucha pena es que de verdad la audiencia se consiga así. ¿Las historias de amor no dan audiencia? ¿ El humor no da audiencia? ¿ Las historias de superación no dan audiencia? ¿Es cierto que el público solo quiere gritos, descalificaciones, mentiras, humillaciones públicas e insultos? ¿Tengo que creer que el ser humano es tan rastrero y que ése es el mundo que dejo a mi hija?
Espero que no.
Como he escrito antes, los tuits de apoyo que he recibido ( repito, miles) y las gente que me ha ido abrazando por la calle esta mañana apuntan más bien a lo contrario
Muchas gracias a todos los que me apoyasteis. Un beso
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.