Salvador Sostres escribe hoy en su columna de El Mundo que en España “no hay paro” y que “quien realmente quiere trabajar, trabaja”. Dice que la sociedad está llena de”listillos y holgazanes” beneficiados por el Estado. “Hoy a muchos les da miedo trabajar. No es que haya paro, es que hay pánico”
“En España se puede trabajar si tienes ganas de hacerlo. Faltan buenos camareros”. También comenta que en en Barcelona se pueden ganar unos 35.000 euros al año por ser camarero pero que “muchos rechazan por considerar humillante servir” ¿Lo dirá en serio? Entre tanta tontería dice algunas cosas en las que tiene algo de razón diciendo que es mejor trabajar en algo que no sea “de lo tuyo en lugar de andar todo el día quejándote y gimiendo como si estuvieras dando a luz”.
Cierra el artículo diciendo que “El dinero llega sólo si en lugar de pensar en él te desvives por hacer lo que hagas muy bien” y que nunca hay que preguntar “qué horario tendrá y cuál será su sueldo” Pues vaya…

Periodista y Graduado en Derecho, combina la solidez académica con una mirada crítica y analítica sobre la cultura contemporánea. Su formación jurídica le aporta rigor y capacidad de contextualizar los fenómenos sociales, mientras que su experiencia periodística le permite comunicar con claridad, frescura y cercanía.
Experto en televisión, música y cine, ha seguido de cerca la evolución de la industria del entretenimiento durante más de una década. Su mirada se centra tanto en los grandes nombres como en las nuevas voces que marcan tendencia, ofreciendo un análisis que mezcla conocimiento técnico con pasión por la cultura popular.
Ha escrito en los principales medios de comunicación en España, participando en secciones de actualidad, crítica cultural y reportajes especializados. Su versatilidad le ha permitido cubrir desde entrevistas con artistas de primer nivel hasta análisis de fenómenos mediáticos y sociales.
Además, publica en Internet desde 2007, consolidándose como uno de los primeros periodistas de su generación en comprender el poder de lo digital como espacio de creación y conversación. Su trabajo en la red ha contribuido a abrir debates, difundir tendencias y acercar la cultura a una audiencia global.
Con un estilo propio que combina profesionalidad y cercanía, sus textos buscan siempre informar, entretener y provocar reflexión en quienes los leen.
