Ha fallecido Shirley Temple, la primera niña actriz, la predecesora de todas las estrellas juveniles que conocemos hoy en día. Shirley, que empezó a actuar con tres años, enamoró al público americano durante la Gran Depresión y trabajó en más de 40 películas. Fue la persona más joven de la historia en ganar un Oscar (bueno, un Juvenile Oscar, pero Oscar al fin y al cabo)
Con sólo seis años ganaba el equivalente a 20.000 euros semanales y se convirtió en la reina de la taquilla estadounidense. Sin embargo, a los 12 años su estrella se apagó. El público ya no estaba interesado en ella, no les interesaba verla crecer (qué diferente hubiera sido todo hoy en día). Tras algunos intentos fallidos de volver al cine Shirley decidió reinventarse y se convirtió en política.
En 1974 se convirtió en embajadora en Ghana. El presidente George Bush padre la designó representante estadounidense en Checoslovaquia. Gran luchadora a favor de la igualdad racial ganó mucha popularidad y se ganó la fama de dura trabajadora. Conocida opositora de la discriminación racial, pronto ganó popularidad, y se forjó una reputación por trabajar duro y en forma poco ortodoxa. Una de sus grandes frases (muy indicativa de cómo la fama puede influir en una niña y en cómo la ven los demás) fue: «Dejé de creer en Santa Claus a la edad de seis años, cuando mi madre me llevó a verlo y él me pidió mi autógrafo»
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.