Esta es la bonita historia de amor entre un profesor y uno de sus perros. Antes de morir, este profesor le pidió al atropólogo David Hunt, que trabaja en el museo Smithsonian donar su cuerpo a la ciencia… con un condición muy peculiar: “He sido profesor durante toda mi vida, y creo que debería hacerlo también cuando muera, así que ¿qué tal si te doy mi cuerpo?” y la condición era: “Solo hay una condición: Mi perro Clyde deberá estar a mi lado”.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.