El prestigioso arquitecto Norman Foster compró el año pasado el Palacio de Monte Esquinza, perteneciente a Caja Madrid por el que pagó unos nueve millones de euros. Su intención era crear en Madrid su Fundación. O sea, el considerado mejor arquitecto del Siglo XX había puesto su mirada en Madrid para crear algo tan importante como es una Fundación con su nombre… Pues no, al final no va a ser posible ¿por qué?
Publica Vozpópuli que el proyecto se ha cancelado de la noche a la mañana y no ha sido por capricho del arquitecto. Un arquitecto del estudio de Norman Foster viajó hasta Madrid para obtener la aprobación del proyecto de remodelación por parte de Protección del Patrimonio Histórico-Artístico y Natural (CIPHAN) ¿Y qué se encontró? Pues que un funcionario del Ayuntamiento había garabateado con lápiz un proyecto hecho en primera persona por Norman Foster.
O sea, como si un funcionario del Museo del Prado hubiese garabateado un cuadro de Velázquez. El empleado de Norman Foster comunicó su horrible descubrimiento a su jefe y éste, de inmediato, canceló el proyecto en Madrid trasladándolo con total seguridad a Nueva York. Según comentan fuentes allegadas al caso este hecho es una «cagada de Estado» y que es increíble que mientras Emilio Botín (Banco Santander) o Villar-Mir pueden manipular hasta siete inmuebles venerables de Madrid, instalando un hotel, un centro comercial o un parking, Norman Foster se encuentra con una serie de modificaciones absurdas a su proyecto que encima las anotan sobre el proyecto original. Sencillamente increíble.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.