La Audiencia de Barcelona ha condenado a tres años de prisión a Mireia Torremocha, que participó en ‘Mujeres y Hombres y Viceversa’ en 2014, por un delito de lesiones. El tribunal considera que la condenada atacó con una copa a una modelo con la que había discutido en una discoteca de Barcelona. Como consecuencia de la agresión a la víctima le ha quedado una “cicatriz llamativa” en la cara. Además de la pena de cárcel, por la que podría entrar en prisión, Torremocha deberá indemnizar con unos 43.400 euros a la víctima por las lesiones y secuelas causadas más los gastos de la cirugía estética para hacer desaparecer las cicatrices.
La sentencia, a la que ha tenido acceso El Mundo, establece que la madrugada del 7 de abril de 2014 la condenada y la agredida se encontraban trabajando en la discoteca Shoko situada en el paseo Marítimo de Barcelona cuando tras una discusión Mireia golpeó a la víctima dos veces en el rostro “con una copa de cristal que portaba y que como consecuencia de los impactos se rompió”.
Como consecuencia de la agresión, la víctima, de 28 años, sufrió diversas heridas en la cara y en la boca que necesitaron sutura quirúrgica y por las que estuvo 284 días para recuperarse. Además le quedan como secuelas varias cicatrices por las que podría someterse a cirugía estética en los próximos años . El tribunal indica que la víctima sufrió un trastorno ansioso-depresivo por la agresión que repercutió en su actividad profesional ya que estuvo en tratamiento médico y psicológico varios meses.
En el juicio, la víctima narró como mientras estaba en la discoteca “advirtió gestos, miradas y comentarios de animadversión hacia su persona” por parte de la condenada “hasta el punto de que terminado el evento y ya en la zona vip, se acercó y le preguntó qué pasaba, a lo que la acusada reaccionó con insultos hacia su persona terminando por golpearle con una copa de balón que se hizo añicos cuando se estrelló contra su frente y que no contenta con ello, con el soporte de la copa que le quedó en mano le golpeó en la barbilla y en el pómulo”.
El tribunal ha tenido en cuenta la declaración de la agredida así como el testimonio de la condena “quien, a su manera, reconoció parcialmente los hechos al admitir que debió ser ella quien había causado las lesiones cuando trató de quitarse de encima” a la víctima, matizando “en su descargo que actuó con la única intención de evitar la agresión que estaba sufriendo”. Torremocha explicó en el juicio que se encontraba en la discoteca presentando un evento y que la agredida era la persona encargada de ayudarla y añadió que desde el principio “le manifestó hostilidad”. Por eso explicó que acabaron peleando y que no fue consciente de golpearle con la copa, tal y como también declaró una amiga suya que la acompañó a la discoteca y que compareció como testigo.
Tras valorar las declaraciones y los informes médicos, los magistrados consideran que la versión de la condenada y de su amiga “no resulta verosímil” ya que si se hubieran peleado “no resulta creíble decimos que nadie interviniese para separarlas y lo que es más llamativo, que nadie se ofreciese a declarar como testigo”. Por eso condenan a Torremocha y deducen testimonio de la declaración de su amiga por si hubiera cometido un delito.

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