Madonna celebró el domingo la fiesta más popular después de la gala de los Oscars y parece que no se privó de nada porque al día siguiente ya estaba camino del gimnasio a realizar una clase de ‘spinning’.
Para acudir al gimnasio se vistió como un cuadro, un auténtico cuadro que por el volumen de los ropajes podría compararse con la obra de Botero.
Eso sí, el ‘look’, aunque fuese un cuadro, no era nada barato. Solo hay que ver las chanclas de Louis Vuitton que llevaba.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.