The Weeknd protagonizó anoche uno de los espectáculos más impresionantes de la historia de la Super Bowl, sin duda gracias al despliegue técnico y artístico con el que hizo el mejor anuncio posible para la puesta a la venta de las entradas de su próxima gira, que salen hoy.
El show comienza en un lateral del estadio en el que The Weeknd parece llegar en coche a una especie de ensoñación de Las Vegas. Y comienza a disparar ‘hits’, porque de eso el muchacho anda sobrado. También de virtuosismo vocal, canta como si no le costara.
Según van avanzando los minutos, sin embargo, el espectáculo se vuelve un poco encorsetado y a Abel se le ve en ocasiones más preocupado de que todo salga perfecto que de disfrutar del momento. Esa sensación desaparece ya abajo en el campo cuando se le ve más disfrutón y relajado preparándose para el trallazo final: ‘Blinding Lights’.
Y aquí es donde se supone que hubiera ido Rosalía, pero claro, viendo el espectáculo final es totalmente comprensible que se prescindiera de invitados para mantener como el propio Abel dijo «la narrativa».
Tras esta actuación quedó claro también cuál es el target comercial principal de The Weeknd, heterosexuales de más de 35 años. Mucho espectáculo, mucho despliegue pero siempre con un puntito contenido, nada de mariconeo ni de intervenciones estelares.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.