¿Qué está pasando con Pablo Motos? Parece que tantos años en televisión, en contacto con tantas personas diferentes, han generado diversas opiniones acerca de él. Muchas se parecen, qué curioso.

“Pablo Motos pide cuentas y hace llamadas para pedir explicaciones sobre chistes cuando se entera que alguien tiene chistes suyos en un show […] y tiene los huevazos gigantescos de decir que no se pueden hacer chistes”, dicen (nosotros no, por Dios, que no queremos llamadas de nadie)

También habla del tema la genial Jimina: “Odio ese momento tierno y lamentable en el que un famoso del showbiz siente la llamada de la trascendencia. Cuánto bochorno innecesario. Pasas de tener a Iker Jiménez (el Scrappy Doo patrio) hablando de las caras de Belmez a encontrarle glosando alguna extravagante pesquisa geopolítica”

“Pero yo a Iker Jiménez le respeto porque siempre me han dicho que es buen jefe. Y una persona que se porta bien con subalternos y compañeros es una persona que se viste por los pies. Iker se gusta. De lo contrario no podría hacer algo como Horizonte.“

Continúa: “Otros se aman mucho más aún careciendo del buen nombre que a Iker le dan sus colaboradores. A propósito de esto, el streamer Facu Díaz ha glosado el modus operandi de Pablo Motos al hilo de sus palabras sobre el humor que no le dejan hacer. Hay mucha gente ofendida por no poder reírse de enanos, gangosos y mariquitas”

“Lo que pasa es que Motos, si haces un chiste sobre él o si criticas su programa, abre las ventanas de El Hormiguero y lanza a los monos voladores en tu busca. Da igual que te rías de su pinta, de sus comentarios machistas, o sus asanas en Bikram. Los esbirros de Motos te encontrarán. Te zarandearán hasta que admitas amar, aunque sea un poquitín, a su líder.”

Y abre la caja de Pandora que no muchos se atreven a abrir: “Una romería de afectados (algunos, al parecer, amenazados) ha alzado la voz, y yo me uno a ellos. Un subalterno llamó en festivo y me tuvo tres horas debatiendo sobre si procede o no que yo tenga una opinión negativa sobre el Prince pelirrojo de Requena”

“Funcionó. No volví a hablar de él hasta hoy. Antes que una soterrada agresividad telefónica prefiero una amenaza directa, básicamente porque lo segundo se despacha en unos segundos. Ay, Motos… qué poco te cunde el yoga.”

Gente de la industria dice que cada vez que hicieron una broma o un chiste sobre El Hormiguero o sobre Pablo Motos, poco tiempo después recibieron una «llamadita» de los responsables del programa.

«Pablo está muy enfadado. No vais a trabajar en televisión en toda vuestra vida», cuenta el humorista Kike García, fundador del medio satírico El Mundo Today.

Estas reacciones han generado un intenso debate en las redes sociales sobre los límites del humor y la doble moral de algunos comunicadores. Algunos usuarios han defendido a Motos y han acusado a los humoristas de envidiosos y resentidos, mientras que otros han apoyado las críticas y han cuestionado la ética y la gracia de Motos.

¿Qué pensará Pablo de todo esto?

Graduado en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, donde descubrió su pasión por contar historias que conectan con las personas y reflejan la cultura de su tiempo. Su trayectoria profesional está marcada por un interés constante en la música, los medios de comunicación y la forma en que ambos influyen en la sociedad.
Fanático de la música y de las listas de éxitos, sigue con detalle la evolución de los géneros, los artistas emergentes y los fenómenos virales que marcan tendencia a nivel global. Su curiosidad lo lleva a analizar no solo los números, sino también lo que hay detrás de ellos: los movimientos sociales, las narrativas artísticas y la influencia de la industria musical en la vida cotidiana.
Amante declarado de la estética videoclip, entiende este formato como un lenguaje artístico en sí mismo, donde música e imagen se fusionan para contar historias poderosas y crear iconos culturales. Su mirada combina análisis crítico con entusiasmo de fan, lo que le permite escribir desde la objetividad periodística sin perder la frescura de la pasión personal.
Con experiencia en redacción digital y un estilo cercano, su trabajo refleja un equilibrio entre la actualidad informativa y la sensibilidad cultural. Su objetivo es que cada pieza que escribe no solo informe, sino que también entretenga, emocione y conecte con la audiencia.
