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Budapest se convierte en epicentro europeo de resistencia con una marcha del Orgullo histórica

Budapest se convierte en epicentro europeo de resistencia con una marcha del Orgullo histórica

Una multitudinaria manifestación de 300.000 personas desafía las restricciones del gobierno de Viktor Orbán en la capital húngara

Budapest, 28 de junio de 2025 – La capital húngara vivió este sábado una jornada histórica cuando aproximadamente 300.000 personas, según cifras de organizadores y policía, se congregaron para participar en la marcha del Orgullo más masiva en la historia del país, desafiando abiertamente las políticas restrictivas del primer ministro Viktor Orbán.

Un evento que supera todas las expectativas

La manifestación, organizada bajo el lema “La libertad y el amor no pueden ser prohibidos”, arrancó a las 15:00 horas desde el parque del Ayuntamiento de Budapest, superando ampliamente las cifras del año anterior, cuando participaron 35.000 personas. Mate Hegedus, uno de los organizadores del Budapest Pride, había anticipado la posibilidad de duplicar la asistencia de 2024, pero la realidad superó todas las previsiones.

Amnistía Internacional contabilizó más de 200.000 asistentes, mientras que fuentes policiales confirmaron la cifra de 300.000 participantes. “No dejaban de llegar”, declararon las autoridades locales sobre el flujo constante de manifestantes.

Apoyo internacional masivo

El evento contó con una presencia internacional sin precedentes. La vicepresidenta segunda del Gobierno español, Yolanda Díaz, encabezó una delegación que incluía al ministro de Cultura Ernest Urtasun, el diputado socialista Víctor Gutiérrez, el alcalde de Barcelona Jaume Collboni, y representantes del Parlament de Catalunya y Más Madrid. También participaron la exministra de Igualdad Irene Montero, la exalcaldesa de Barcelona Ada Colau, y la activista Greta Thunberg.

“Estamos luchando por el alma de Europa”, declaró Díaz durante su participación en la marcha. La solidaridad europea se manifestó a través de 72 eurodiputados de diversas familias políticas (Socialistas y Demócratas, La Izquierda, Los Verdes, Renew y dos del Partido Popular Europeo), el vicepresidente del Parlamento europeo Nicolae Ștefanuta, y el apoyo de 33 embajadas internacionales.

Tensión y contraprotestas

La jornada estuvo marcada por la autorización policial de dos marchas de extrema derecha con recorridos similares, organizadas por los grupos HVIM y Mi Hazánk. Előd Novák, vicepresidente de Mi Hazánk, había declarado en Facebook: “No permitiremos que los propagandistas LGBTQ+ marchen libremente”.

Los organizadores ultraderechistas convocaron específicamente a “hombres y mujeres blancos, cristianos y heterosexuales” que apoyen “el concepto de la familia tradicional”. Durante el recorrido se registró un incidente cuando un grupo de extremistas intentó abalanzarse sobre el vehículo que encabezaba la comitiva, siendo contenidos por las fuerzas policiales.

Modificaciones de último minuto

Por motivos de seguridad, los organizadores modificaron la ruta original, sustituyendo el puente de la Libertad por el puente de Isabel. En este punto, medio centenar de ultraderechistas observó el paso de la manifestación, generando un momento de tensión que se resolvió sin mayores incidentes.

El alcalde de Budapest, Gergely Karácsony del partido verde Párbeszéd, lideró la marcha junto a la delegación internacional. “Organizamos esto porque nadie debe ser discriminado”, declaró antes del inicio del evento. Su participación cobra especial relevancia en el contexto político actual, donde el partido de Orbán, Fidesz, muestra signos de debilitamiento tras 15 años en el poder.

Peter Magyar, exaliado convertido en principal opositor de Orbán, lidera las encuestas de cara a las elecciones presidenciales del próximo año, aunque no ha manifestado apoyo explícito a la marcha.

La prohibición gubernamental se sustenta en la ley anti-LGTBIQ+ aprobada en junio de 2021, inspirada en legislación similar promovida por Vladimir Putin en Rusia. Esta “ley de propaganda” ha motivado un procedimiento sancionador de la Comisión Europea y está siendo analizada por el Tribunal de Justicia de la UE, que previsiblemente emitirá su fallo a finales de este año.

Testimonios desde la manifestación

Bori, de 50 años y asistente habitual durante dos décadas, participó por primera vez acompañada de su madre Aniko, de 76 años. “No se trata del Orgullo, sino de elegir entre el bien y el mal”, explicó Bori, mientras su madre añadía: “Esta marcha es muy importante para que los derechos y la libertad no se limiten más en Hungría”.

Luka, de 25 años y disfrazada del pirata Jack Sparrow, expresó: “Estoy aquí porque esta es mi comunidad y siento que en los tiempos que corren en Hungría debo proteger y luchar por nuestros derechos. El poder del Gobierno se está debilitando y tiene miedo de perder el poder en las elecciones del año que viene”.

Contexto histórico y social

Hungría despenalizó la homosexualidad en los años sesenta durante la era soviética y reconoció las uniones civiles entre personas del mismo sexo en 1996. Sin embargo, los tres mandatos consecutivos de Orbán han revertido décadas de normalización. Actualmente, solo un tercio de la ciudadanía húngara apoya los derechos LGTBIQ+, según una encuesta global de Ipsos de este mes que analiza 26 países.

La directora del Orgullo, Viktória Radványi, advirtió sobre la extensión de estas políticas: “Si el Gobierno húngaro puede prohibir a las personas LGTBIQ+ marchar por sus derechos, puede suceder en otras partes de la UE. Ya está sucediendo”, en referencia a iniciativas similares en Bulgaria, Eslovaquia y Georgia.

El evento, que celebra su 30 aniversario, se desarrolló bajo temperaturas superiores a los 35 grados, pero el calor no impidió que se convirtiera en un símbolo de resistencia democrática en el corazón de Europa.

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