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Otros actores cuentan más cosas de las que no se cuentan en ‘Cuéntame’

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Las informaciones acerca del ‘backstage’ de ‘Cuéntame’ siguen apareciendo después de que la actriz Pilar Punzano abriese «la caja de pandora»: «La opción que yo tenía era tragar. Pero yo no podía dejar que se quedaran con mi dinero y seguir tragando. Con Miguel Ángel Bernardeau no puedes quejarte. Otros compañeros fueron despedidos por reclamar sus horas extra o querer pasar más tiempo con sus hijos. Su manera de resolver problemas con los trabajadores es echarles», explica al diario El Mundo.

Miguel Ángel Bernardeau (55), marido de Ana Duato (47) y padre de sus dos hijos, es el presidente de Grupo Ganga, la productora que lleva cobrando varios millones desde hace 15 años de los presupuestos de Televisión Española. El año pasado, un informe de Hacienda revelaba que en 2013 el minuto de episodio de Cuéntame costaba casi 12.000 euros a TVE. En total, la temporada estaba en torno a los 15 millones de euros.

Sin embargo, según Punzano, el dinero que TVE paga a Bernardeau y sus socios no sirve para que sus trabajadores tengan unas condiciones laborales dignas.»En mi contrato tengo puesto que era protagonista y cobraba nada. Menos que Josete. Creo que ando en el mínimo del convenio de la Unión de actores, quizás un poco menos y se quedaban 1.600 euros de mi nómina» [la Unión de Actores marca el sueldo de un personaje protagonista de TV en 7.768,61 euros al mes, 653,34 euros por sesión].

Muchos ex trabajadores del Grupo Ganga la apoyan en su cruzada y denuncian las malas formas de la empresa de Bernardeau. Un ejemplo es la veterana guionista Sol Alonso, quien trabajó en la primera temporada de Ochéntame. «Hice episodios que tuvieron buena audiencia, quedamos para planificar la siguiente temporada. Me desplacé a una reunión hasta Pinto, que no me pagaron, y a la vuelta del verano un amigo me preguntó por qué había dejado el programa. Yo ni siquiera sabía que me habían despedido. Mandé un mensaje a Miguel Ángel Bernardeau, con el que había tenido un buen trato, incluso había cenado en su casa con su madre, y jamás me contestó».

Autora del libro Cuéntame. Ficción y realidad, Alonso ya no ve la serie. «Me da rabia».

A pesar de haber pasado mucho tiempo en el set de rodaje, la periodista no cree que pueda juzgar el mal ambiente del que habla Punzano. «Yo iba como periodista, todo parecía muy normal y agradable. Por ejemplo, Miguel Ángel comía en el catering con el resto de trabajadores. Al final, aquello es muy familiar». Tan familiar que las oficinas de Ganga están en lo que era la antigua vivienda de Duato y su marido, ellos ahora viven en un chalet en La Dehesa de la Villa.

Sonia Fuente, auxiliar de producción en 35 capítulos de la ficción, no se llevó una buena impresión del set de rodaje. «Yo dejé el trabajo porque el ambiente estaba muy cargado, había muchos problemas y gente que no estaba bien».

Además, coincide con Punzano en las «manos largas» de Imanol Arias. Sonia fue becaria de la serie con 21 años. Relata con extrañeza su primer encuentro con el actor. «Estaba con un compañero en el catering y vino a saludarnos porque vio que veníamos de la escuela de Andoain. A mí me pareció raro que aquel hombre que era la gran estrella viniese a hablar con nosotros. A las dos semanas, tuvimos un encontronazo. El ayudante de dirección dijo que habíamos terminado la jornada de trabajo. Imanol me cortó el paso y me abrazó mientras el resto pasaban. Entonces, me susurró al oído: ‘¿Sabes por qué nos miran? Porque yo puedo hacer esto y ellos, no'».

«Tuve que mandar un burofax para que me dieran vacaciones», cuenta un ex trabajador
Otros ex trabajadores de Ganga aluden a las condiciones abusivas de la empresa e inciden en ese clima tenso que envuelve el rodaje de una de las series más premiadas de la televisión española. «Yo tuve que reclamar mis vacaciones a través de un burofax», cuenta Alejandro Dorado, quien fue jefe de informática de Ganga durante ocho años. «En mi caso me dijeron: ‘Sube un momento’ y me dieron mi carta de despido. Tuvimos que ir a juicio y acabamos llegando a un acuerdo. No encontrarás muchos casos que hayan salido bien de allí» prosigue.

Un ayudante dirección durante 10 años (no quiere dar su nombre porque sigue trabajando en el sector) también acabó demandando a la productora por despido improcendente. «Y lo gané. Ellos hacen con el dinero de TVE lo que quieren. Ha habido muchos como yo. A nosotros nos obligaban a grabar jornadas de 12 horas y luego otra jornada de 12 horas, sin llegar a tener ni ese tiempo de descanso. Era una locura».

Este ayudante de dirección se queja de la hipocresía que envuelve a sus protagonistas. «Bernardeau no nos quería pagar las horas extra y luego tenía que ver cómo su mujer se iba a Níger a hacer posados solidarios para Unicef…».

Los dardos de Pilar Punzano se dirigen también a Duato. «Ella tampoco me ha llamado. Mucho ‘mi hijita, mi hijita’ hasta que dejas de serlo. Yo a Ana no la veo muy involucrada en las decisiones que toma su marido. Debe ser muy complicado porque ella da la cara y él toma unas medidas que son muy injustas para mucha gente. Pero claro, al final, eso es una empresa familiar y pensará que mientras su hijo tenga para un buen cole… no sé hasta qué punto ella es consciente de lo que pasa ahí».

Actualmente, Miguel Ángel Bernardeau se encuentra de viaje por Los Ángeles. Desde el Grupo Ganga, no han querido entrar a valorar directamente ninguno de los casos que aparecen en este reportaje. «Ganga es una productora con 15 años de actividad continuada, respetada en el mercado por su seriedad y por estar al corriente de todas sus obligaciones. En estos años han pasado cerca de 3.000 actores y más de 6.000 técnicos dentro de la más absoluta normalidad y en un clima de trabajo que ha permitido construir una de las series españolas de más éxito y prestigio». Acreditan que «se han pasado diversas inspecciones laborales con el expediente absolutamente limpio».

En cuanto a Pilar Punzano, quien ultima con su abogado una demanda judicial-laboral contra la empresa, aseguran que lamentan «su empeño en dañar la imagen y el trabajo de sus compañeros y de esta productora». Además, afirman que, en su caso, la «retribución era exactamente la que reflejaba su contrato, y contaba, por lo tanto, con su aprobación».

Cuéntame es la ficción más cara de TVE. En los 15 años que ha estado en antena, se estima que la productora ha recibido más de 100 millones de euros de la cadena. «En cuanto a algunas cifras que se han manejado», apuntan desde Ganga, «es preciso aclarar que ese es el coste sumado, IVA incluido, (que no el beneficio), de los 291 capítulos y 16 temporadas de la serie española más longeva y más coral, que ha creado miles de puestos de trabajo y ha pagado decenas de millones de impuestos a lo largo de estos años».

Este caudal económico ha hecho rico a Bernardeau, quien en plena crisis, registró una sicav (Marqueño Capital) para gestionar parte de los beneficios que han obtenido a lo largo de este tiempo. «Y luego te dice que no tienen dinero para subirte. Yo he visto en el BOE que tienen 13 millones de euros», critica Punzano.

El próximo domingo Cuéntame cumplirá 15 años. Será un aniversario amargo. Las declaraciones de Punzano han abierto una grieta en la que hasta ahora era la familia perfecta de nuestra televisión. Queda por ver cuán profunda es esta falla y si afecta a los millones de fans de la serie española más longeva.

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