El fotógrafo Will Burard-Lucas ha colgado el ‘making of’ de una de sus sesiones fotográficas en contacto directo con el lado más salvaje de África. Durante una sesión de fotos en Botswana se encontró con una manada de suricatos que se tomaron toda la confianza del mundo con él.
Al principio se le acercaron con precaución y más tarde se le subieron por encima, tanto grandes como pequeños. El fotógrafo explica en el vídeo que los suricatos identifican al ser humano como una especie que no les supone amenaza alguna y por eso se acercan tanto.
El vídeo es una monería, los suricatos son para comérselos ¡Mira y comparte!
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.