Pues no es ni más ni menos que el ojo de una llama visto de cerca. Las ondulaciones se llaman ‘gránulos irídicos’ y le sirven al animal para filtrar el exceso de brillo de la luz solar. Estas ondulaciones dejan sólo dos «agujeros» en el lateral del ojo por donde entra la mayor parte de la luz y así reducen la luz directa en el centro del ojo.
La llama no es el único animal con ojos fascinantes. Mira estos otros ejemplos:
Perro Husky
Un caballo
Una vaca
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.