El físico alemán Heinrich Rubens inventó en 1905 un tubo que usaba fuego para visualizar ondas de sonido. Ahora, casi un siglo después, Veritasium ha desarrollado una versión actualizada del invento y el resultado es verdaderamente increíble.
El aparato tiene 2.500 agujeros sobre su superficie y estos agujeros van dibujando el sonido en base a su modulación y potencia. Es espectacular y prevemos que será utilizado próximamente en la gira de algún cantante internacional de primera línea.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.