Unos 3.500 empleados de BBVA podrán decidir su hora de entrada en una franja comprendida entre las 7.30 y las 10.00, con la posibilidad de hacer una pausa de media hora para comer, y salir una vez realizada la jornada de siete horas y cuarenta y cinco minutos.
La medida se ha adoptado para conciliar la vida laboral y personal y prevé mejorar la satisfacción de los trabajadores y, de esta forma, su rendimiento. El banco, sin embargo, no está estudiando por ahora la posibilidad de extender la flexibilidad horaria al conjunto de su plantilla de más de 100.000 personas en todo el mundo así que no es oro todo lo que reluce.
¿Será una maniobra local para dar una imagen de amor por los trabajadores o será un proyecto para exportar a largo plazo a todos sus empleados?
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.