La versión con famosos de ‘Ven a Cenar Conmigo’ se ha estrenado hoy y ha sido uno de los programas más entretenidos y frescos que hemos visto en mucho tiempo. Y solo por una razón: el protagonismo de Lucía Extebarría, que se ha comido con patatas a sus otros tres comensales (mucho más curtidos en el mundo de la televisión).
La participación de Lucía (que ella ya ha explicado en su web) vendría a ser algo así como lo que la prensa estadounidense describe como ‘Hot Mess’. Un desastre apasionante para el espectador. Lucía ha cocinado de manera caótica, todas las recetas las ha tenido que rectificar a base de improvisación y sus comensales han comido todo con reticencias, pero ha tenido algo que el resto no: espontaneidad, naturalidad y gracia.
Ana Obregón ha estado tan preocupada de interpretarse a si misma que ha resultado hasta poco dinámica para nuestro gusto. Incluso ha habido un momento en el que hemos sentido un poco de vergüenza ajena cuando Etxebarría le ha tirado por tierra la anécdota del hielo y Sophia Loren: genial.
La némesis que a priori parecía que iba a chocar más con Lucía al final ha terminado bailando con ella. Se trata de Víctor Janeiro, al que Ana Obregón ha llamado toda la noche Jesús.
El próximo capítulo es en casa de Rappel y la cosa promete.
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.