La joven Sadie Sink brilla en ‘O’Dessa’, la última creación del guionista y director Geremy Jasper, conocido por su aclamado trabajo en Patti Cake$ en 2017. En esta película, el auténtico protagonista es el maximalismo visual que llena cada escena con una explosión de texturas y colores, ambientado en un paisaje postapocalíptico que recuerda a Mad Max y Blade Runner. Mientras que las pretensiones narrativas apuntan alto, con temas como el poder de la música y del amor para transformar el mundo, la realidad es que la experiencia de ver la película se asemeja más a ver un tráiler interminable. A pesar de la prometedora ambición y la mirada distintiva del director, la trama parece reciclada de clichés ya conocidos, sin profundidad ni originalidad.
El argumento sigue a la solitaria O’Dessa, interpretada por Sadie Sink, en su búsqueda de un destino más grande, siguiendo una profecía que la designa como la elegida capaz de mover almas con su poderosa guitarra. Al llegar a Satylite City, se encuentra con un mundo corrupto y cruel, liderado por Plutovich, un anfitrión dictatorial de un show que recuerda a America’s Got Talent con consecuencias dignas de los Juegos del Hambre. A pesar de enamorarse perdidamente de un talentoso músico llamado Euri, interpretado por Kelvin Harrison Jr., la historia no logra salirse de los estereotipos, ofreciendo una trama superficial sin conflictos ni complejidades. Los personajes, aunque interpretados con solidez, se ven opacados por un ritmo frenético y una estética recargada que no logran transmitir emociones genuinas.
La propuesta de ‘O’Dessa’ como una ópera rock, llena de números musicales y melodías, queda diluida por la falta de memorabilidad en las canciones y la interpretación vocal de Sadie Sink. Aunque la película desafía convenciones de género al presentar personajes que no encajan en las proyecciones tradicionales de masculinidad y feminidad, este aspecto no se explora a fondo, quedando en la superficie sin profundizar en las implicaciones. A pesar de su enfoque en la estética y la apariencia, ‘O’Dessa’ carece de una base sólida para sostener ideas más allá de lo visual. En definitiva, la película ofrece un espectáculo visual impresionante pero vacío, que no logra cumplir con las expectativas generadas por su propuesta original.


Daniel Martín es un periodista apasionado por la música, la televisión y la cultura pop. Con una amplia experiencia en el sector, ha escrito para diversos medios de comunicación, tanto online como impresos.
