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El pueblo Vs. Mari Carmen

cobos
Foto: ElMundo.es
Mari Carmen era la limpiadora del cementerio de Cobos de Segovia en 2011 cuando una de las lápidas que limpiaba cedió a sus 120 kilos de peso y cayó dentro de una tumba donde se fracturó los dos tobillos. La Seguridad Social le reconoció la invalidez total pero ella demandó al pueblo para conseguir una indemnización.

En primera instancia perdió pero luego el Tribunal Superior de Burgos le dio la razón y le asignó una indemnización de 20.000 euros. El pueblo entonces recurrió ante el Supremo porque no querían pagarle la indemnización a Mari Carmen. ¿Y qué pasó? Pues que el Supremo no sólo le ha dado la razón sino que ha elevado la indemnización a entre 50.000 y 80.000 euros.

Y aquí es donde llega el «problema». El pueblo podría desaparecer ya que su presupuesto anual no llega a los 20.000 euros. Ahora se debaten entre vender patrimonio o renunciar a servicios como el alumbrado o la calefacción.

El pueblo, incomprensiblemente y según ElMundo.es, está en contra de Mari Carmen que vive con su marido y sus dos hijos adolescentes en Sangarcía, a apenas tres kilómetros de distancia del lugar del accidente. Es una mujer sencilla que se lleva alguna propina por mostrar la iglesia a los turistas y malvive con la pensión de 340 euros que le concedió la Seguridad Social. Su marido está en el paro y espera como agua de mayo a cobrar un dinero sobre cuya legitimidad no alberga dudas: «Yo lamento los problemas de Cobos, mi intención nunca ha sido hacer ningún daño, estoy haciendo lo mismo que haría cualquiera, luchar por lo que me corresponde. La culpa de todo esto es de la anterior alcaldesa que me contrató y, por ahorrarse el seguro de riesgos laborales, mira ahora la que tienen montada. Los de Cobos dicen que si venden terrenos no tendrán dónde llevar a los animales a pastar pero ¡si no tienen animales!»

Algunos habitantes de Cobos como Cristina, de 30 años y que acaba de tener un bebé, dicen según ElMundo.es: «¿Qué futuro le espera a mi hijo? ¡Nos vamos a tener que marchar todos por culpa de una lianta!»

¿Por qué no reclaman los habitantes a la ex alcaldesa  que se quiso ahorrar el seguro de riesgos laborales en lugar de acosar a una víctima? El egoísmo humano no conoce límites…

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