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Los fascinantes anuncios de Securitas Direct

Anuncio Securitas Direct

El pasado verano ya quedamos fascinados con el anuncio de Securitas Direct en el que una mujer llamaba a su vecina para arruinarle las vacaciones. Esta nueva temporada los anuncios de Securitas vuelven con situaciones cotidianas muy entretenidas. Analizamos los dos nuevos anuncios:

– La madre posesiva:

En el anuncio comienza con un plano de una orgullosa madre mirando a través de un ventanal mientras le dice a su hija «Hija, qué mona es tu casa nueva». En el tono hay algo extraño y la actitud corporal de la madre nos sugiere algo más profundo: la casa la ha pagado la madre y la siente como suya, como uno más de sus éxitos. Esto lo confirmamos cuando a continuación le pregunta un sospechoso «¿Estás contenta?». ¿Qué tipo de pregunta es esa? ¿No es su madre, no sabe detectar si su hija está contenta? Claro que lo sabe y sabe que está amargada, lo que la tiene encantada. Esa actitud pasiva agresiva delata que la madre exige una agradecimiento por parte de su hija. Sabe que su hija es la pasividad hecha carne y lo comprueba a los pocos segundos cuando la hija dice aterrorizada que está contenta «pero con un susto» porque se ha enterado que han entrado a robar a la casa del vecino.

Es entonces cuando la madre vuelve al ataque y despliega una vez más sus tentáculos controladores y le transmite su sabiduría y experiencia vital como la única válida: «Es que viviendo en un piso bajo tienes que tener alarma». Es tan controladora que ni siquiera le puede el morbo de preguntar «Oye y ¿qué le han robado al vecino?». Directamente impone su estrategia y su hija, una vez más, asiente como un perrito. La madre, no contenta con que su hija le de la razón vuelve a poner en práctica su infalible actitud pasiva agresiva y le dice: «Yo me quedo más tranquila si llamas ahora», lo que significa: «llama ya, so pava, y haz lo que yo te digo». Esa madre es el egoísmo hecho carne, le da igual que roben en la casa de su hija, lo que ella quiere es vivir tranquila.

– El vecino acomplejado:

El anuncio comienza con dos vecinos cruzándose en el descansillo del edificio. El vecino del piso A es un hombre trajeado que peina canas. El del piso B llega con sus dos hijos, vistiendo de manera más casual y según se va acercando se queda mirando con fascinación a su vecino del piso A. Le dice: «Veo que te has puesto alarma». Lo dice con un tono de varias aristas: admiración absoluta porque para él su vecino es todo lo que tiene que ser un señor y rabia e ira pensando: «Dios mío, nunca llegaré a ser tan bueno como él, ahora va y se pone alarma, ¡se me ha vuelto a adelantar!».

El vecino del A aprovecha para recochinearle que últimamente viaja muchísimo y que le merece la pena pagar para estar tranquilo. Además, habla con desdén del precio: «Por lo que cuesta, no sabes la tranquilidad que te da», como si costara lo mismo que un café. El vecino del B, que tiene la una personalidad que una bolsa de plástico, le anuncia orgulloso al del A que estaba pensando en poner una alarma. Mentira cochina, lo que pasa es que quiere ser como él. Tras una corta elipsis, el vecino del B sale feliz con sus hijos de casa con el cartel de Securitas Direct ya instalado en su domicilio. Ah, y esta vez viste de traje, como su admirado vecino:

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