Esto es lo que ha pasado en el último partido entre el Al Nahdha y el Al Ittihad. El portero de uno de los equipos se da cuenta cuando va a hacer el saque de puerta de que tiene las cordoneras de la zapatilla desatadas. Tiene miedo de que al chutar la zapatilla salga volando y se quede sin ella pero también tiene miedo de dejar la pelota en el suelo y que un jugador del equipo contrario aproveche para marcar gol. ¿Qué sucede entonces? Pues que el brasileño Jobson, en un gesto de solidaridad total, le ata los cordones al portero en lugar de aprovecharse de su desventaja al tener el zapato suelto.
¿Y cómo premia el arbitro este bonito gesto que fue aplaudido por el público de ambos equipos? Sancionando al portero por tardar demasiado en volver a poner la pelota en juego. Pues hala, eso lo que hay:
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.
