Por Diego Rodriguez Gordillo
‘Philomena’ es la historia de una zorra, una vulgar puta para la rígida sociedad en la que creció, que se queda embarazada por el calentón de una noche y que es forzada por su escandalosa conducta a dar en adopción a su bebé. Cincuenta años después y antes de morir, quiere dar un sentido a su vida buscando aquel niño que le fue robado.
No, nos hemos vuelto locos, este es el argumento de ‘Philomena’, y se acerca mas a la realidad de la película que ese equivocado póster, que sugiere más una comedieta ligera a lo Miss Daisy sobre ancianas locuelas que enseñan a vivir a hombres pragmáticos y fríos. No, Philomena no es (sólo) eso.
Puede que no te suene demasiado su director, Stephen Frears, pero seguro que te han gustado muchas de sus películas. ¿Quién podría hacer una película interesante y entretenida sobre la reina Isabel II en ‘The Queen’? ¿O sacar en plan putones, en eterno ‘catfight’, a Angelica Houston y Annette Benning en ‘Los timadores’? ¿Quien no se acuerda de la malvada Glenn Close en ‘Las amistades Peligrosas’? Puede que no sea el director mas transgresor u original del mundo, pero está claro que sabe sacar entretenimiento donde otros harían un muermo, y ‘Philomena’ no es la excepción.
Hay en esta película crítica social, si, pero ante todo ‘Philomena’ es una película de misterio, de esas en las que hasta el final no sabes la resolución (lo cuál dice mucho de su buen guión) La película tiene malas malísimas, pasillos vacíos con un misterio al fondo y final imprevisto, y como en todo misterio, lo que se queda en off inquieta mucho más que lo que se muestra (toda la vida pasada de su hijo, que podemos intuir a través de viejas grabaciones en súper 8 y cámaras de VHS, solución muy elegante y práctica para mostrar el paso del tiempo)
Y lo más importante, tenemos a Judi Dench. Frears utiliza a Dench de la misma manera que a Helen Mirren en ‘The Queen’ o Glenn Close en ‘Las Amistades Peligrosas’. Ella es la película, su rostro es el mapa de emociones que transitamos en su visionado. Quizás no sea una interpretación muy llamativa, Philomena Lee es una persona mas bien fría y contenida y Dench la interpreta de manera muy naturalista, pero a través de sus silencios, a través de sus ojos y de sus contradicciones tenemos todo lo necesario para hipnotizarnos con su presencia.
Todo esto hace que ‘Philomena’ sea algo más que una película basada en hechos reales. Piérdele el miedo a ese cartel, a la vejez, a las historias con trasfondo social y sumérgete en el misterio… merece la pena.
Lo mejor: No hace falta decir que Judi Dench.
Lo peor: Que la película sea eclipsada por sus compañeras de cartelera en las nominaciones de los Oscar.
