El nuevo álbum de Jean-Michel Jarre, EQUINOXE INFINITY, es una experiencia integral. Considerado en el mundo entero como un pionero en cuanto a la incorporación de tecnología innovadora a sus revolucionarias composiciones musicales y visuales, Jarre ha alcanzado el estatus de artista excepcional y legendario. Sus discos han vendido más de 80 millones de copias. Sus extraordinarios espectáculos al aire libre han roto sus propios récords de asistencia una y otra vez. La audacia y valentía detrás de su genialidad artística lo han convertido en la inestimable compañía de muchos otros músicos. Y su empatía y compromiso con la naturaleza y la humanidad le han valido el título de Embajador de Buena Voluntad de la UNESCO.
Su fascinación por la interacción dinámica de la naturaleza, la tecnología y las personas siempre ha tenido un papel prioritario en su carrera. En abril de 2017, organizó un mega-concierto en el yacimiento arqueológico de Masada, en Israel, para apoyar a la UNESCO y concienciar al mundo de que el Mar Muerto se está secando. Y hace apenas unos días, el 23 de septiembre de 2018, sorprendió al mundo con su “Green Concert” en Arabia Saudita —una actuación multidimensional en directo, donde los instrumentos funcionaron con energía solar— para apoyar el ambicioso programa de energía sostenible del Reino.
Su compromiso con la protección del medio ambiente se remonta a 1977, cuando Jarre utilizó la portada de su álbum debut internacional «Oxygene» para concienciar a la gente de los problemas medioambientales. La famosa portada con la calavera dentro de nuestro planeta fue diseñada para llamar la atención sobre la polución creada por el hombre, mucho tiempo antes de que la preocupación por el cambio climático comenzara a generalizarse. En noviembre de 1978, solo un año después del éxito mundial de «Oxygene”, Jarre volvió con otro trabajo genial: EQUINOXE. El monumental álbum conceptual instrumental se dividió en ocho partes y salió a la venta con un diseño igualmente extraordinario: largas filas de “vigilantes” sin rostro e indistinguibles que parecen observar a quienes están mirando la portada. La imagen representa el enfoque futurista que Jarre visualizó durante el proceso de grabación del disco. EQUINOXE fue compuesto como la banda sonora del futuro imaginado por Jarre, pasados 40 años desde 1978; lo que sería nuestro presente en 2018. Aunque nunca desveló la identidad de los “vigilantes” que aparecen en el diseño de Michel Granger, dejándolo enteramente a la interpretación de cada oyente, sí que comentó aceroca de la creciente dependencia que los humanos tenemos de las máquinas y la tecnología. Si tenemos en cuenta esta relación en la actualidad, con videovigilancia y algoritmos de Big Data que supervisan cada uno de nuestros movimientos, sus “vigilantes” resultaron ser inquietantemente premonitorios.
Ahora, 40 años después, y exactamente en la misma fecha del lanzamiento de EQUINOXE, Jean-Michel Jarre lanza EQUINOXE INFINITY. El álbum de diez canciones retoma la historia donde EQUINOXE la dejó, añadiendo perspectivas e ideas completamente nuevas. Pero en cuanto a la música y la producción, el álbum es cualquier cosa menos una secuela. Son muchos los artistas que, una vez llegados a un punto de su carrera, continúan viviendo de sus antiguos éxitos, pero Jarre siempre ha sido demasiado visionario y curioso para eso. Según él, EQUINOXE INFINITY es, en cualquier caso, “Equinoxe con esteroides.”
Periodista y Graduado en Derecho. Experto en televisión, música y cine. Ha escrito en los principales medios de España y publica en Internet desde 2007.