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Televisión

Adiós a Maria Teresa Campos

María Teresa Campos ha fallecido finalmente esta mañana en la Fundación Jiménez Díaz en Madrid, rodeada de sus seres queridos. Sus hijas Terelu y Carmen han estado al pie del cañón en los últimos días. Siempre fue la Reina de las Mañanas y acompañó durante años a amas de casa.

María Teresa Campos ha fallecido este martes a los 82 años en Madrid, según ha confirmado la agencia Efe. En los últimos meses, su salud se había deteriorado tras sufrir una caída en su casa en Nochevieja.

Todo el mundo pendiente de las reacciones de Terelu, Carmen y personalidades como Ana Rosa Quintana o Pedro Sánchez, presidente del Gobierno.

Sus propias hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, habían mostrado su preocupación por el estado de salud de la comunicadora, que se resistía a salir de su hogar e incluso a comer y sufría anemia. Este cambio fue una señal de alarma en una mujer que hasta pocos meses antes se había resistido con uñas y dientes a abandonar los platós.

La primera vez que se escuchó a María Teresa Campos en la radio, tenía solo 15 años y participaba en un concurso en Radio Juventud de Málaga, ciudad en la que vivía con su familia desde que tenía solo un año y donde estudió Filosofía y Letras. En la radio se curtió como locutora en todo tipo de secciones. En 1964 se casó con José María Borrego, padre de sus dos hijas, y en 1968 fichó por la cadena Cope de Málaga.

En 1980 fue nombrada directora de los informativos en Andalucía de Radio Cadena Española y ese mismo año ganaba su primer Premio Ondas, un galardón que volvería a recibir en 2002. En esa segunda ocasión sería el Premio Nacional de Televisión a la mejor labor profesional “por dignificar la televisión popular con una fórmula que ha sabido mantenerse en el tiempo”, como decía el jurado entonces.

En 1981 se trasladó a Madrid para dirigir los informativos de la misma emisora y comenzó sus primeras incursiones en la televisión como colaboradora del programa Esta noche, presentado por Carmen Maura y Fernando García Tola. Poco después llegó un duro golpe en su vida personal: el suicidio de su marido en 1984.

Campos, ya conocida del público de la cadena por otros programas como La tarde, que presentó en 1985, se convirtió en una de las chicas Hermida y vio cómo su fama y reconocimiento se elevaba. En Por la mañana estuvo al frente de la popular sección

Apueste por una, un debate de actualidad entre Campos y Patricia Ballestero que replicaba un formato que ya había puesto en práctica en al radio. El éxito de este primer magacín matinal de la televisión española fue tal que la fórmula se ha repetido, con leves cambios, hasta llegar a nuestros tiempos.

La comunicadora regresó a la radio brevemente entre 1989 y 1990 para aceptar el cargo de subdirectora del programa Hoy por hoy en la Cadena SER, que presentaba y dirigía Iñaki Gabilondo. Y en abril de 1990 volvería a la televisión para sustituir a Hermida en el programa de sobremesa A mi manera, donde incluso superó los índices de audiencia de su predecesor.

El espacio se mantuvo unos años más en la sobremesa, desde septiembre de 1990 con el nombre de Esta es su casa y en 1991 como Pasa la vida. En septiembre de 1993, el magacín se traslada a las mañanas y hasta 1996 permanecerá en TVE, forjando una televisión capaz de entretener, informar y conectar con la audiencia en sus casas, que en ese horario era mayoritariamente femenina.

Final de su carrera

A la cancelación en 2017 de ¡Qué tiempo tan feliz! le siguió ese mismo año un ictus del que logró recuperarse. En 2019 Mediaset puso fin al contrato de larga duración que había unido durante años a presentadora y grupo de comunicación. Aunque ha intentado regresar a la pantalla con algún formato, los intentos no llegaron a cuajar.

“A la gente cercana a mí les he advertido siempre: puedes dejar de gustar a la gente de un día para otro. No creo que eso me haya pasado a mí, pero no está mal. Sirve para no dormirse en los laureles: trabajar en algo que sabes que puedes perder de hoy para mañana te hace ponerte las pilas”. “Yo quiero seguir trabajando. Comprendo que la gente diga: es muy mayor y tendría que dejarlo. Pero mientras me quieran ver… Esto no lo deja uno, la dejan a una”, añadía. 

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